Al escuincle-puberto, perdón, a la bendición con hormonas sueltas le dio por querer ver el cometa verde, ése que pasó por acá hace 50 mil años. Esta ñora como es una buena madre (y todavía le da miedo que se caiga por un borde de la azotea) ahí estaba con él, muriendo de frío y buscando con los binoculares al famoso cometa. Y resultó casi tan difícil de encontrar como el nacionalismo que tanto presume el le-truneo-los-dedos-a-Cárdenas-y-se-me-cuadra.
La falta de compromiso con los mexicanos o con las ganas de favorecer al país nomás no notan, pues en su afán de “combatir a la corrupción” en la compra de medicamentos (corrupción que tampoco demostró ni persiguió judicialmente) se acabaron comprando medicinas a empresas de la India y hasta de Lituania. Las de Lituania incluso venían con las instrucciones y dosis en lituano, una cosa bien patriótica para los lituanos.
A esta ñora no se le olvida que en la pandemia y después se trajo a médicos cubanos, a los especialistas extranjeros que a los que se les ofreció plazas se les otorgan mayores beneficios que a los mexicanos. Se han dado recursos a los países centroamericanos (sí, Marce, se sabe que la dueña de su corazón o por lo menos la que firmó contigo tu última acta de matrimonio es de por allá). En la última visita de Biden y Trudeau desperdició el tiempo defendiendo a Castillo de Perú en lugar de hacer efectivo porque las relaciones comerciales con nuestros socios sean mejores para nosotros.
Esta ñora también tiene muy presente que sin haber tenido presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados y sin que nadie supiera de pronto le pagaron a unos privados gringos su mitad en la refinería de Deer Park, la cual en su momento tenía más deudas que nada. ¡No se hizo nada por apoyar a una empresa mexicana privada, ha cortado contratos de inversión, no se les paga a los proveedores mexicanos de Pemex; pero sí usó impuestos mexicanos para favorecer a unos gringuitos! Muy nacionalista.
Por supuesto que presumir las remesas es todo lo contrario a ser nacionalista, piensa esta ñora, pues es celebrar que los mexicanos no tienen aquí ninguna oportunidad y deben irse a hacer grande y funcional la economía de otro país. Es tan poco nacionalista que es incapaz de ver que el número de mexicanos que se iba al otro lado era bajísimo, ya medio había condiciones para que las familias pudieran progresar en México hasta que nuevamente crecieron los pobres. Esta ñora de pilón no se explica cómo se puede presumir que el tipo de cambio está bajo y que eso es prueba de que las cosas van bien pero a la vez significa que remesas alcanzan para menos a las familias que dependen de ella.
Es que ni con binoculares se puede encontrar el nacionalismo en que un venezolano y de pilón chavista sea un subdirector en SEP del análisis y rediseño pedagógico de materiales. Esta ñora no sabe si de plano no encontraron en México a un pedagogo o maestro lo suficientemente trasnochado para apoyar lo que sea lo que llaman “Nueva Escuela Mexicana”. En este tema, esta ñora sí siente que los chamos, perdón, los escuincles, perdón las bendiciones, pues sí van a acabar confundidos y adoctrinados.
Los pilotos y los miembros de la industria de la aviación tampoco encuentran el nacionalismo del defenderé-a-Delfina-diciendo-que-es-honesta-incluso-si-me-robara-en-mis-narices-mi-pañuelito-blanco. Pues sí mucho comprar por un montón de dinero la marca Mexicana pero nada de lograr que se regrese a México a la categoría 1 de seguridad en los vuelos, y sí andar ofreciendo el cabotaje en aviación. Esta ñora pues sí tuvo que averiguar qué es eso de cabotaje y resulta que es dejar que cualquier empresa extranjera haga vuelos dentro de México y que traigan vuelos libremente. O sea, algo así como salir al mercado de las aerolíneas y andar diciendo: “catira, carita” (porque eso de güerita, güerita es muy mexicano y habrá que usar palabras de Venezuela) venga a volar en México como quiera y cuando quiera y sin que le importe desplazar a las aerolíneas mexicanas dejar desempleados a los pilotos y demás personal.
Esta ñora pues sí anda muy enojada por esto, no porque ella crea mucho en el nacionalismo en sí, pero sí cree que el primer deber del con-las-corcholatas-acabaré-jugando-dónde-quedó-la-bolita es buscar la mejora de los mexicanos… pero es mucho pedir. Lo que no es mucho pedir es que todos nos levantamos en contra del plan B porque si no tenemos elecciones como antes, echar fuera estos que ni nacionalistas resultaron va a estar más difícil que ver al cometa verde entre tanta luminosidad de la ciudad.
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