De acuerdo con el informe, Transformar la educación con financiación equitativa, elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), los niños de los hogares más pobres son quienes menos se benefician del financiamiento público en educación, por lo quedan rezagados en aprendizaje.
“Estamos fallando a los niños. Demasiados sistemas educativos en todo el mundo están invirtiendo menos en los niños que más lo necesitan”, comentó Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, y recalcó que invertir en la educación de niños en pobreza extrema es la forma más viable de asegurarles un futuro.
El reporte, que analizó el gasto público en materia de educación preescolar, primaria y secundaria de 102 países, explicó que el 16 por ciento de los estudiantes más pobres son beneficiados de fondos públicos para educación; mientras que el 26 por ciento de los alumnos más ricos en el mundo recibe apoyo.
Niños pobres con menos inversión en su educación
Tanto en países ricos como en aquellos de bajos recursos, el mayor presupuesto educativo se destina a los estudiantes de hogares ricos, pero en las naciones más pobres la brecha entre alumnos con recursos y alumnos en pobreza es mayor que la que hay en países con ingresos altos.
En naciones en pobreza, la diferencia entre ambos alumnos es de casi seis veces la cantidad de fondos; en los países con ingresos medios, la brecha de fondos entre los alumnos es de cuatro veces y en los países de ingresos altos, el apoyo destinado a ambos estudiantes es de 1.1 al 1.6 del gasto público.
Los niños que viven en pobreza tienen escazas posibilidades de ir a una escuela y altas de abandonarla, normalmente viven en zonas rurales y marginadas sin conección a internet, y su presencia en altos niveles de la educación es limitada. En el mundo, 2/3 de los menores de 10 años no pueden leer y compender un texto.
“Se necesita actuar urgentemente para garantizar recursos educativos que lleguen a cada estudiante”, indicó el Fondo y compartió que el reporte arrojó que en la década anterior, el gasto público en educación fue más equitativo en el 60 por ciento de los países.
Unicef hizo un llamado a los gobiernos del mundo a que el financimiento educativo sea equitativo, se dé prioridad a la educación que brinde conocimientos básicos, se dé seguimiento y garantice que los fondos lleguen a quien lo necesite y se inivierta en formas innovadoras de impartir educación.
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