El cansancio y la desesperación se reflejan cada vez más en el rostro de los integrantes de la caravana migrante, sin embargo, siguen aferrados a su sueño de una mejor vida para ellos.
El contingente de migrantes centroamericanos que busca llegar a la frontera de México con Estados Unidos continuó esta mañana su recorrido, ahora hacia Donají, comunidad del municipio de Matías Romero en Oaxaca.
Luego de 22 días de que este contingente migrante abandonara su lugar de origen, para iniciar su travesía hacia Estados Unidos, el cansancio y la desesperación crecen entre sus integrantes.
En la madrugada de este viernes 2 de noviembre, después de haber dormido en plásticos, cartones y los que tuvieron mejor suerte, en casas de campaña, durante una noche lluviosa, los migrantes despertaron y continuaron con su camino.
La salida había sido anunciada a las cinco de la mañana; pero desde una hora antes ya se veía movimiento de integrantes de la caravana que no quisieron esperar, quieren ganar tiempo, además de evitar el sol lo más posible pues han padecido temperaturas mayores a los 30 grados. En los centros instalados para apoyo a migrantes se han atendido varios casos de insolación y deshidratación, principalmente de niños y personas mayores.
Tanto hombres como mujeres, niños en brazos, en carriolas o caminando, han señalado que tienen esperanza de que sus coordinadores encuentren camiones para que hagan menos complicado su viaje a la Ciudad de México, donde tienen la intención de dialogar con las autoridades.
También hay pequeños grupos de la caravana que prefieren arriesgar su vida colgándose en tráilers, camiones de carga o pipas, con la finalidad de llegar más pronto y con menos esfuerzo.
Integrantes del contingente hondureño señalan que cada vez es más difícil continuar con el recorrido, pero la mayoría se mantiene firme en llegar a la frontera norteamericana, a pesar de las amenazas del presidente Trump con enviar al ejército a impedirles el paso.
El 31 de octubre, Donald Trump señaló que dispondrá de hasta 15 mil soldados en la frontera con México para detener la caravana, a la que en múltiples ocasiones ha calificado como peligrosa; además reiteró que quienes pidan asilo serán detenidos sin posibilidad de libertad provisional.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, ha señalado que en México “no se criminaliza la migración no documentada” e invitó a los migrantes a solicitar asilo, oferta aceptada por cerca de 1 700 migrantes, según informó la secretaría el 30 de octubre.
Navarrete insistió en que los migrantes en México deben respetar la ley y presentar sus documentos para solicitar refugio, lo cual también ha sido visto con desconfianza por la mayoría migrante, quienes han preferido continuar con el viaje sin el apoyo gubernamental.
Mientras tanto la caravana continúa, si bien también un grupo de hondureños decidió regresar a su país, la mayoría del contingente que supera los 5 000 integrantes continúa con sus sueños de llegar a los Estados Unidos a pesar de lo agotador de la travesía.
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