En la fórmula para cumplir nuestros propósitos de año nuevo, el ingrediente secreto es la fuerza de voluntad

Ya vamos a la mitad de enero y no ha sido tan fácil trabajar para conseguir cumplir nuestros propósitos de año nuevo.  ¿También te pasa a ti?

Me he dado el tiempo de preguntarle a mis hijos y ellos coinciden conmigo, por lo que me he puesto a pensar ¿qué debemos hacer para lograr cumplir con nuestros propósitos? ¿Existe algún ingrediente secreto o alguna fórmula concreta?

Llegué a la conclusión de que la fuerza de voluntad es ese ingrediente y en nuestras manos está educar a nuestros hijos para que la adquieran, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograr que nuestros hijos tengan fuerza de voluntad.

PRIMERO. Que tus propósitos sean claros y medibles.

De otra forma solo serán intenciones y le daremos mil vueltas porque es difícil aterrizar.

Es fácil llegar de esas intenciones a lo concreto si respondemos las preguntas básicas:

¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Por qué?

También es bueno ir poniendo metas pequeñas que nos ayuden a completar poco a poco nuestro propósito, de esta forma, logramos ser muy concretos y medir los avances.

La fuerza de voluntad se fortalece poco a poco y precisamente estas pequeñas metas nos ayudan mucho.

Si aún no tienes concretos tus propósitos te puedes dar tiempo para contestar las preguntas y hacer esta transformación.

SEGUNDO. Hacer las cosas correctas por las motivaciones correctas.

Es buen tiempo para también revisar si tenemos presa de intención con nuestros propósitos, es decir, si buscamos el mayor bien posible o si sólo estamos buscando nuestro bien o nuestro beneficio a pesar de que nos llevemos entre las patas a los que nos rodean.

La intención es muy importante porque será el motor que nos mueva para alcanzar nuestras metas y cumplir nuestros propósitos.

Nuestra fuerza de voluntad debe estar basada o sostenida en nuestra pureza de intención, es decir, que busquemos solo hacer lo correcto a pesar de que para lograr nuestras metas nos propongan o inviten a hacer cosas incorrectas. El fin no justifica los medios y debemos tener la fuerza de voluntad para evitar caer en estas trampas.

TERCERO. Diseña tu estrategia.

Como todo en la vida, es más fácil si tenemos orden, entonces podemos organizarnos para tratar de hacer un plan y tratar de poner fechas a las pequeñas metas que nos hemos puesto, considerar los aliados que tenemos para apoyarnos en ellos o las rutinas que debemos cambiar para conseguir lo que estamos buscando.

De ser posible hay que escribirla y ponerla en un lugar visible para que no se nos olvide. Podríamos hasta asignarles algún color en especial para después ponerlo en nuestra agenda y lograr que se distinga para darle la prioridad que se requiere. Esto nos ayuda a poner en práctica la fuerza de voluntad.

CUARTO. Manos a la obra.

Una vez que tengamos la estrategia, debemos estar listos para lanzarnos a realizar lo que hemos planeado pero estar abiertos a que las cosas quizá no saldrán como lo hemos pensado.

A veces el tiempo no es tan acorde, a veces las circunstancias cambian y debemos ir a otro ritmo pero no debemos detenernos ante las adversidades ni desanimarnos con las primeras piedras que nos encontremos en el camino.

El Papa Francisco nos dice que prefiere una Iglesia golpeada por hacer que mantenernos sin raspones por mantenernos estáticos.

Debemos recordar que es más valiente el que se cae y se levanta así que no tengamos miedo de comenzar a caminar con toda nuestra fuerza de voluntad para caminar a pesar de nuestras debilidades, temores o frustraciones y levantarnos si llegamos a caer sin importar las veces que nos suceda.

Y QUINTO.  Revisa constantemente y re direcciona de ser necesario.

En el camino es necesario ir revisando como vamos, si nuestra estrategia es correcta o está adecuada a nuestras circunstancias, o si debemos hacer adecuaciones y hacer cambios para llegar a cumplir nuestras metas.

A veces esto nos provoca algún tipo de depresión o de mal estar, pero debemos estar dispuestos a adaptarnos y a re direccionar nuestra estrategia. Siempre tratando de crecer espiritualmente y de fortalecer nuestra fuerza de voluntad para que verdaderamente sea nuestra aliada.

Por ultimo debemos orar mucho para que Dios nos de la gracia y la fortaleza para trabajar para cumplir nuestras metas y lograr nuestros propósitos para buscar siempre hacer la voluntad de Dios, es decir, poner nuestra fuerza de voluntad en hacer la Voluntad de Dios.

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