El alza de precios observada desde finales de 2021 se ha caracterizado por tener un efecto altamente regresivo, lo que significa que afecta desproporcionadamente a quienes menos tienen, como resultado de que los hogares con menores ingresos destinan una mayor parte de sus recursos para comprar productos alimenticios, los cuales han sido precisamente con los más elevados incrementos, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En el estudio ¿Cómo afecta la inflación a los hogares? 2022, en el que el IMCO se dio a la tarea de analizar las diferencias entre los patrones de consumo de los mexicanos y el aumento proporcional en el gasto que han tenido que enfrentar los hogares a raíz de la inflación, distinguiendo el nivel de ingreso, encontró como principal hallazgo que el incremento en los precios de los bienes y servicios ha afectado más a los hogares que perciben un menor ingreso.
En este sentido, observó que en particular, los hogares con ingresos bajos destinan la mitad de sus gastos totales a la compra de alimentos, bebidas y tabaco, en comparación con el 28% que invierten los hogares de altos ingresos en la compra de dichos bienes.
Como ejemplo, mencionó que un hogar con un ingreso promedio mensual de tres mil pesos (que forma parte del primer decil de ingresos) destina más del 10 por ciento de su gasto a la compra de pan, tortillas y cereales, mientras que un hogar con ingresos mensuales superiores a 54 mil pesos (parte del decil 10) destina menos del tres por ciento de su ingreso a ello. Por ende, la inflación superior a 12 por ciento que han mantenido estos productos a lo largo del 2022 ha afectado en mayor medida el poder adquisitivo de quienes dedican una fracción mayor de su ingreso para adquirir esos productos alimenticios.
El estudio resalta la reciente información que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio sobre la inflación, la cual a diciembre de 2022 cerró en 7.82 por ciento. En su comparación mensual, la inflación tuvo un ligero repunte, los precios fueron 0.38 por ciento más altos respecto a noviembre, de esta manera el año finalizó con la inflación más alta para un diciembre en más de dos décadas.
Asimismo, destaca que desde el tercer trimestre del 2021, la inflación estuvo fuera del rango objetivo establecido por el Banco de México (Banxico) y a lo largo del 2022, se mantuvo por encima del siete por ciento.
El IMCO asegura que a pesar de que la inflación mostró signos de desaceleración hacia finales del año pasado, persiste la carestía en productos alimentarios, lo que ha provocado que el poder adquisitivo de los hogares de menores ingresos sea afectado en mayor medida.
El análisis resalta que en los últimos tres meses de 2022, las tasas anuales de inflación fueron ligeramente menores a las de meses anteriores. Con ello, desde septiembre, cuando la inflación enfrentada en el gasto de los hogares de bajos ingresos fue 2.53 puntos porcentuales mayor a la de los hogares de altos ingresos, ha comenzado a reducirse también la brecha del impacto negativo al poder adquisitivo de los hogares.
A pesar de ello, indica el estudio, la disparidad en el impacto de la inflación sobre el consumo de los hogares sigue siendo elevada, y contrasta con la observada en años anteriores.
Finalmente, el IMCO propuso una serie de recomendaciones encaminadas a impulsar la mitigación de la inflación, así como su impacto regresivo sobre la población, medidas como el fortalecimiento de la competencia económica, el respeto por la autonomía del Banco de México para implementar política monetaria y el apoyo focalizado a poblaciones vulnerables son fundamentales.
Además, consideró que la atracción de inversión y de nuevas tecnologías son elementos vitales para impulsar la oferta de bienes y tener mayor capacidad de enfrentar periodos de volatilidad económica.
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