Nuevo salario mínimo… ¿Qué sigue?

Como si se tratase de un valioso regalo de Año Nuevo en este 2023, la opinión pública recibió la noticia de que el salario mínimo tendría un incremento de 20% con respecto a su valor anterior.

Presentando números concretos, esto significa que, en la mayoría del territorio nacional, el salario mínimo subirá de $172 a $207 pesos diarios, lo cual significa que los trabajadores percibirán un incremento de $l, 052 pesos al mes.

A partir del pasado 1 de enero, el salario mínimo general es de $6,223 pesos mensuales por treinta días trabajados.

Ni duda caber que quienes carecen de las más elementales nociones de Teoría Económica (desgraciadamente, la inmensa mayoría) estarán frotándose las manos de gusto al ver cómo un aumento del 20% sirve de contrapeso a un altísimo costo de la vida que devora nuestro patrimonio.

Sin ánimo de presentarnos como si fuésemos funestas aves de mal agüero, consideramos que nuestro deber es informar a la opinión pública de las consecuencias que habrá de traer dicho incremento.

Empezaremos diciendo que, siempre que sube el salario mínimo, aumenta el desempleo por la sencilla razón de que se encarece la contratación.

Y es que, aunque haya quien lo niegue, la triste realidad es que desaparecen muchos puestos de trabajo lo cual hace que quienes quedan sin empleo se incorporen a una economía informal que no paga impuestos o que se aventuren en negocios ilícitos que –aparte de no pagar impuestos- resultan nocivos para la paz social.

Tal sería el caso de los narcotraficantes o de quienes controlan las poderosas redes de prostitución.

El caso es que el aumento del salario mínimo (sobre todo tratándose de un altísimo veinte por ciento) a nadie beneficia, siendo los más perjudicados aquellos que no pudieron conseguir empleo o que perdieron el que ya tenían.

El aumento al salario mínimo trae como consecuencia inmediata el aumento en los precios de los bienes y de los servicios por la sencilla razón de que –dentro de la cadena productiva- el salario es uno de los elementos más importantes.

Citaremos un ejemplo: Quienes antes del aumento al salario mínimo tenían la ilusión de comprarse un par de zapatos cuyo precio era de $750 pesos, después del aumento, se encontrarán con la desilusión de que el mismo par cuesta ahora cerca de $900 pesos… ¿Dónde quedó el supuesto beneficio a las clases trabajadoras?

Este aumento en los precios (causado por el incremento al salario mínimo) se conoce como inflación que en el fondo no es más que un impuesto disfrazado que lo único que produce es restarle capacidad adquisitiva a la gente.

Una inflación que afecta a todos y de manera más drástica a esas clases menos favorecidas a las que en teoría pretende ayudar.

En cambio las clases que disfrutan de un alto nivel económico, son las menos perjudicadas; en el ejemplo del par de zapatos no les afectará en absoluto pagar cerca de $900 pesos en lugar de los $750 que pensaban pagar antes del 31 de diciembre.

Aquí lo importante es entender lo siguiente: Es preferible un salario mínimo que se pueda pagar aunque no sea muy alto a que –por decreto- se imponga un sueldo elevado que, al no poderse cubrir, solamente ocasiona desempleo, amarguras y frustraciones.

En nuestro comentario anterior hablábamos de las profecías que suelen manifestarse siempre que se inicia un Año Nuevo.

Dijimos que, aunque el futuro nadie lo conocer, sí es posible influir en él tomando medidas previsoras como pudieran serlo el ahorro, aplicarse una vacuna o prepararse para un examen.

También dijimos que, aunque el futuro es algo desconocido, en cambio sí es posible imaginar lo que pudiera ocurrir aplicando aquello de que no hay efecto sin causa.

Y a propósito de tan bestial aumento al salario mínimo, nos aventuramos a hacer la siguiente profecía: Serán cientos, quizás miles, las empresas que cierren sus puertas y serán miles, quizás millones, quienes pierdan sus empleos.

Y todo como consecuencia por imponer caprichos demagógicos en lugar de respetar las sabias leyes de la Economía.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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