La depresión puede influir en el comportamiento de las personas que la padecen repercutiendo en su rendimiento laboral, así como en la convivencia con su familia y amigos, por lo que es importante apoyarlas para que puedan salir de ese estado anímico, indicó Dulce María Pérez Torres, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Destacó que una de cada 10 personas va a sufrir problemas de depresión; sin embargo, de los datos que se han encontrado al respecto, se ha observado que de 10 personas, cuatro manifiestan depresión, ocho la tienen pero no la manifiestan explícitamente, sino que cuando están en ese espacio de soledad hacen una revisión de su propia historia y se preguntan ¿qué está pasando?, porque no disfrutan el momento; por ello deben romper con las rutinas y buscar acompañamiento o algunas distracciones sociales.
Añadió que en esta época del año es común que se hable de una “depresión navideña” de la que existen tres posturas. La primera señala que no es considerada un trastorno psicológico, sin embargo, repercute con el estado de ánimo de las personas, (sentimientos de tristeza, nostalgia, disminución del apetito, problemas para dormir, irritabilidad, ansiedad), entre otros.
La segunda define este trastorno como afectivo estacional, el cual padece uno por cada 10 habitantes y se refleja con tristeza, nostalgia, irritabilidad y por lo regular se manejan a finales de año, e incluso cuando cambia la posición del sol por el periodo invernal, refirió la académica.
La tercera habla de una cierta relación genética entre los padres y los hijos que según los estudios existentes no han llegado a conclusiones completas en 100 por ciento; explica que las experiencias que han tenido los padres en esta parte de la soledad, tristeza, alejamiento, distanciamiento de la de familia, se vienen reflejando en las siguientes generaciones y se acumulan en las personas y se manifiestan en estas fechas navideñas.
Pérez Torres dijo que algunas personas padecen el estrés de la carga navideña, como es la organización de la cena de Navidad, eventos sociales a los que se tienen que asistir y si las personas no son muy sociales o presentan alguna fobia social, la persona se va a sentir comprometida por asistir y es cuando se presenta depresión, estrés, malestar y obviamente, llega la ansiedad, son los fenómenos que están sucediendo desde la parte genética, la parte biológica propia de la persona y la parte cultural. Estas son las tres posturas que tienen que ver con el tema de la depresión.
Abundó que a las personas que no les gusta participar en actividades sociales tumultuosas y no les gusta que llegue esta época del año, sucede que si se quedan solas pueden presentar mucho mayor carga de depresión y esta se puede volver crónica y no termina en la temporada de primavera, sino que se sigue acumulando todo el año y se presenta en forma circular y afecta directamente a la persona que al final puede terminar en un suicidio en caso de no superar el problema.
Por último, recomendó alimentarse bien, hacer ejercicio y buscar convivir con las personas con quien les agrada estar; realizar actividades fuera de las rutinas cotidianas que les ayudarán en su estado de ánimo y agradecer por tener vida, trabajo y salud.
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