Podríamos ver en la sociedad civil, tres grandes grupos: los ciudadanos, el sistema de gobierno y las instituciones. Organizados todos bajo un sistema legal que garantice la concordia y el desarrollo. Este orden y organización, actualmente queda establecido, en muchos países, con una Constitución. La finalidad es garantizar la justicia.
La justicia requiere que todos tengan las suficientes oportunidades con las cuales puedan conseguir los medios necesarios para subsistir dignamente con los miembros de su familia. La respuesta no está en el igualitarismo porque las necesidades son distintas en las personas y las metas también varían.
Tampoco satisface el paternalismo social caracterizado por distribuir recursos al modo de un sistema preestablecido donde no haya cabida para sugerencias ni para dar oportunidad a la creatividad de los miembros de la sociedad.
El paternalismo es un modo disfrazado de tiranía. Sucede cuando el gobernante poderoso tiene todas las riendas en las manos y logra colocarse por encima del sistema judicial. Esto sucede si quienes imparten la justicia se dejan sobornar, son cómplices o están amedrentados. Al conseguir este objetivo, el gobernante distribuye y usa de los recursos a su antojo, especialmente de los económicos. En estas circunstancias todo le resulta fácil para conseguir sus propósitos, con absoluta independencia y autoritarismo. Este es el perfil de un dictador.
El paternalista es un lobo con piel de oveja, engaña a los inocentes, a los poco preparados, a los indolentes. Impide la educación o la deforma para tener un pueblo ignorante incapaz de impedir semejantes imposiciones. La ignorancia muchas veces se fomenta para tener un pueblo fácil de manipular e incapacitado para conocer sus derechos.
Todos los miembros de una sociedad deben gozar del bien común. Es común porque logra que los recursos lleguen a todos los estratos de la comunidad. Por supuesto, las personas han de elegirlos y adquirirlos con el fruto de su trabajo. En este tema la educación es un factor indispensable porque capacita para ejercer una profesión y además las personas pueden ser ciudadanos que viven sus derechos y sus deberes. La educación contrarresta la pobreza.
Por lo tanto, la educación y los programas para ejercer las distintas carreras han de ser accesibles a quienes las deseen cursar, en diversas instituciones educativas. Además de fomentar estímulos para los aspirantes a alguna especialidad o para los destacados en algún aspecto.
Por supuesto, la educación familiar es la más importante por la huella que deja en el modo de ser de cada persona, incide en lo profundo. Con ese apoyo, la formación profesional que se reciba en las escuelas facilitará la moralidad de los variados profesionistas. Por distintos motivos esta educación se ha descuidado y es notoria la ausencia del sentido moral en el desempeño de las personas.
El deterioro de la conducta. Se manifiesta en la falta de responsabilidad para cumplir con las obligaciones de todo tipo, en la falta de honestidad en los negocios, en la proliferación de robos, en el incremento de la violencia, en las faltas de respeto a la intimidad de las personas, en la distorsión de los hechos, en la violación de las normas. Todo ello agravado por la impunidad que facilita éstas y otras muchas actividades ilícitas.
En cada grupo: ciudadanos, gobierno e instituciones hay buenos y malos. Una calificación cerrada es debida a la falta del conocimiento del ser humano. Todos deseamos el bien, pero tenemos inclinaciones contrarias. Por esta razón necesitamos ayudas, contrapesos. Una vez más ha de contarse con la educación familiar y la legislación bien diseñada y bien aplicada.
Ciudadanos, gobierno e instituciones han de contar con cauces para manifestarse educadamente. Esto debe dar pie a la escucha, al diálogo, a la comprensión, a la empatía, a la acogida, a la solidaridad, al respeto, al buen trato. Es un error confundir la fuerza para manifestarse con el uso de malas palabras. Esto fomenta la división y la bajeza. Quien así actúa se perjudica y fomenta la división. La urbanidad no es debilidad sino respeto.
De la ciudadanía surgen personas creadoras de instituciones y también personas para gobernar. Las experiencias vividas serán punto de partida para sus enfoques. De allí la importancia de tener apertura, de conocer las inquietudes de otros estratos, de reconocer carencias e injusticias, para tratar de resolver esos problemas de manera realista y contando con el apoyo de quienes sufren esos problemas. Quién mejor que esos grupos para resolver tales circunstancias.
Con un bagaje así un ciudadano puede convertirse en un próspero empresario que ponga los medios para resolver problemas concretos con la institución que diseñe. Es loable y mucho más eficaz cuando intervienen personas que conocen y han sufrido las carencias. Valoran mucho más a la institución porque reconocen los beneficios. De algún modo, la cooperación entre los mandos y los trabajadores es más fraterna.
También de la ciudadanía surgen los gobernantes. Es muy necesario conocer la trayectoria de esas personas pues son indicios del futuro desempeño. La madurez en el modo de elegir es una ayuda cierta porque el pueblo recordará las promesas y podrá exigir su cumplimiento. También estará alerta si surge alguna desviación o injusticia.
El ciudadano elegido para gobernar tiene una gran responsabilidad, y lo sabe, porque ha vivido los efectos de otros gobiernos. Ha de acotar muy bien los proyectos para realizarlos en el tiempo del que dispone. Además, al terminar ese encargo e incorporarse nuevamente a la ciudadanía será más acertado en sus demandas. Y, habiendo vivido en carne propia los problemas a ese nivel, podrá apoyar de mejor modo a los gobiernos sucesivos.
Todo esto no es utopía, sino una reflexión para mejorar todos desde la posición que ocupamos. Y tener muy claros los ´principios, pero no quedarnos en ellos. Si queremos avanzar es necesario ejecutar medios concretos. No lo olvidemos, no basta decir los qués es necesario aplicar los cómos.
Te puede interesar: Promover la salud
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo