Los jóvenes piden una “Iglesia coherente, fuerte, que escuche, que sea relacional y dé esperanza”, señaló la hermana Nathalie Becquart, exdirectora del Servicio nacional para la evangelización de los jóvenes y para las vocaciones de la Conferencia Episcopal de Francia.
El 9 de octubre se llevó a cabo en las oficinas de prensa del Estado Vaticano la conferencia de prensa para presentar las conclusiones de los trabajos sobre la primera parte del Instrumentum Laboris, documento base para los trabajos del Sínodo de los Obispos con el tema de los jóvenes y su vocación.
Durante su participación, el cardenal Oswald Gratias, arzobispo de Bombay, India, se mostró gratamente sorprendido por la unicidad del mensaje de los jóvenes, a pesar de las diversas realidades que viven en sus comunidades: “Son distintos en todo el mundo, pero las aspiraciones son las mismas: escúchenos, tómennos en serio, permítanos cometer errores, confíen en nosotros, nos tomaremos la responsabilidad”.
Resaltó otro mensaje externado por los jóvenes y que representan un desafío para trabajar juntos en la Iglesia: “hagan que a través de la liturgia experimentemos a Dios”.
Por su parte, la religiosa Nathalie Becquart, exdirectora del Servicio nacional para la evangelización de los jóvenes y para las vocaciones de la Conferencia Episcopal de Francia, expresó durante la conferencia de prensa que está impactada por “este deseo de los obispos de ir adelante, de ‘mover’ las cosas”. Resaltó la atmósfera de “extrema fraternidad”, que se vive en el Sínodo, que ha permitido “instaurar la confianza”.
“La imagen es la de una barca en la cual estamos juntos para navegar en este mundo”. Y añadió que “la máquina sinodal ha navegado mar adentro y ahora buscamos juntos el recorrido”.
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Resaltó la actitud de la Iglesia que “reconoce la dificultad y está en un recorrido de conversión”. Expresó que el sínodo ha puesto de manifiesto que los jóvenes “quieren una Iglesia coherente, fuerte, que escuche, que sea relacional y dé esperanza. Por tanto debemos experimentar, en este proceso de discernimiento, teniendo en mente la escucha recíproca que es la clave de la evangelización de la Iglesia de hoy”.
En su intervención, el cardenal Gérald Cyprien Lacroix, padre sinodal y miembro de la Comisión para la Redacción del Documento Final del Sínodo, reconoció que en los trabajos de sínodo se ha mencionado el asunto de las turbulencias dentro de la curia romana.
“Sí, lo hemos mencionado porque forma parte de la realidad actual, pero también hay temas más importantes”, explicó. “Por supuesto, no hemos evitado el tema”.
Por ello resaltó la importancia de que tanto los pastores de la Iglesia, como los laicos transmitan el mensaje del Evangelio: “Todos los miembros de la Iglesia, no sólo los miembros del clero, todos los miembros de la Iglesia tienen que testimoniar la fe. No estaríamos en esta situación de corrupción si testimoniáramos verdaderamente la fe”.
En cuanto al tema de los abusos sexuales, dijo que sigue estando muy presente en los trabajos del sínodo: “En nuestros grupos de debate hemos dicho que tenemos que dar una formación mejor a los religiosos, los movimientos, las asociaciones, sobre la sexualidad”.
“Necesitamos hacer un llamamiento a la conversión, empezando por nosotros mismo. Porque si no empezáramos por nosotros, serían palabras vacías. La fe que queremos es esa. No tenemos que temer hablar a los jóvenes”.
“Hay que afrontar los problemas cara a cara con los jóvenes –continuó–. Hay que ganar nuevamente la estima, la confianza de los jóvenes. Hay que hablar directamente a los jóvenes. Y nosotros deberíamos reconocer nuestras faltas. La conversión es importante, porque en ausencia de una conversión verdadera, estas son palabras vacías. Sólo el testimonio verdadero puede funcionar”.
En la conferencia también participaron el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, y el cardenal Désiré Tsarahazana, arzobispo de Toamasina, Madagascar.
Con esta rueda de prensa concluyó la primera etapa de los trabajos del Sínodo, enfocada al tema de “la Iglesia en escucha de la realidad”. La segunda parte estará enfocada en el tema de la “fe y el discernimiento vocacional”.