Todo partido político que hoy quiera volver a ganarse la confianza del ciudadano debe ser realmente su representante, debe tener realmente programas de trabajo acorde a los tiempos que vivimos y ser un demócrata auténtico.
En toda democracia siempre es necesario contar con el contrapeso de una oposición seria, responsable y propositiva. Y esa oposición no debe ser solo de los partidos políticos, debe ser también de la ciudadanía. Esa oposición no debe ser vengativa, recalcitrante y miope. Debemos actuar los ciudadanos y los partidos con seriedad y con la finalidad de lograr el Bien Común.
Hoy en día hablar de los partidos políticos es como invocar al propio demonio, la gente pone el grito en el cielo y ataca, la razón es que esas instituciones que deben estar organizadas para servir al ciudadano con el paso del tiempo no han cumplido su función. A las agrupaciones políticas mexicanas se les ha olvidado su razón de existir: ser una representación ciudadana ante los órganos de gobierno, ser una voz ciudadana ante las instituciones gubernamentales.
Considero que el único partido político que nació ciudadano y cumplió hasta finales de la década de los 90 esa función fue Acción Nacional, pero se fue perdiendo y el ciudadano dejó de sentirse representado por el PAN. En el interior de dicha organización se olvidó su razón de ser y se fueron convirtiendo con el paso del tiempo y por ir ganando gobiernos en una agrupación política más de México, dejaron de ser distintos y distinguibles.
No podemos dejar de lado que la oposición gubernamental se genera más en los congresos y en los cabildos. Pero si queremos una oposición representativa del ciudadano y que sea contrapeso, tampoco podemos pedir que sean un grupo del eterno “NO”. Ser oposición no implica votar en contra de todo, es saber escuchar al ciudadano, es saber leer lo que le conviene a México de las propuestas y tener el valor de votar a favor de lo que es bueno. Necesitamos ser además propositivos y que la mayoría del gobierno entienda que tampoco puede negar toda propuesta de la oposición.
En estos momentos Acción Nacional tiene lo que puede ser su última oportunidad política de regresar a sus orígenes como una organización ciudadana que busca el Humanismo Político, que se rige por la ética política y que deje atrás el caudillismo. Pero como van las cosas ahorita no veo como Acción Nacional se recupere. Entre los contendientes a dirigir el CEN del PAN encontramos dos bandos: los que representan la continuidad y los que representan retomar la fuente del PAN. El autoritarismo, el caciquismo que se impuso más desde el 2014 con Marko Cortés y Ernesto Rufo o los que ven la política como servicio y al PAN como una organización doctrinaria demócrata como Manuel Gómez Morín Martínez del Campo y José Luis Espinosa Piña.
Conozco muy bien a tres de ellos y conozco su trabajo y antecedentes desde hace muchos años y como ciudadano mexicano puedo expresar que Marko no debe llegar por ningún motivo, claro va muy adelante por la manera de manipular al militante y el abuso de la fuerza que tiene en el respaldo de gobernantes y directivos, todo eso es contrario a la razón de ser del PAN. De Rufo conozco poco; pero su pequeño pecado fue el apoyo que brindó a Anaya y que fue parte de su equipo de trabajo en el CEN y no corrigió el rumbo a pesar del poder que tenía para hacerlo.
A los militantes del PAN si en verdad quieren a México, si en verdad buscan seguir los pasos de los fundadores deben saber elegir entre Manuel y José Luis. Yo en lo personal me comprometí con Manuel por su historial, porque la sangre llama y porque su equipo de trabajo lleva años en la lucha por el Bien Común.
Lo mismo debemos ver para el caso de Veracruz, se tendrá la renovación del Comité Directivo Estatal y es un reflejo de lo nacional: Los que son caciques y caudillos que no han dado resultados y el doctrinario. Pepe Mancha si tuviera un poco de vergüenza y dignidad no buscaría la reelección, lo mismo Joaquín Guzmán. Pero al no tener esas cualidades y sentirse salvadores van a buscar la continuidad de los males que han hundido al PAN y lógico han hecho perder al ciudadano una representación seria que antes tenían. Agustín Andrade debe ser una solución.
Cuando los ciudadanos no nos sentimos representados, escuchados y valorados por nuestros gobernantes buscamos la manera de lograr eso. La manera primaria que existe es a través de los partidos políticos o si no, pues a través de organizarnos en otras agrupaciones y hoy poco tenemos de representatividad. Hoy más que nunca necesitamos ser oposición propositiva porque hasta ahora lo que vemos es un futuro de tiranía por parte de los gobiernos de MORENA.
Por cierto, valga un paréntesis. ¿Nos podrá aclarar Andrés Manuel López Obrador el plagio de MORENA? Ya desde el 2010 se hablaba de la piratería del nombre, por razones desconocidas no se le dio seguimiento al plagio. En Argentina, concretamente en Rosario, Alfonsín lanza su movimiento de Renovación Nacional (MORENA) con radicales argentinos y no les fue nada bien.
Retomando a la oposición dejo en claro: Todo partido político que hoy quiera volver a ganarse la confianza del ciudadano debe ser realmente su representante, debe tener realmente programas de trabajo acorde a los tiempos que vivimos y ser un demócrata auténtico. Y MORENA si quiere hacer algo por México debe ser demócrata y respetar las voces que no concuerdan con su visión. Las mayorías mandan pero respetando a las minorías.
De no tener una acción ciudadana responsable y representada por la oposición tendremos una dictadura tirana en los próximos 30 años.
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@yoinfluyo
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