Carlos Astudillo Constantino, director del Centro de Cultura Humanística, señala que en México no celebramos la culminación de la independencia nacional por un bajo nivel educativo, bajo interés político y falta de costumbre de la gente para asumir una postura crítica e informada.
Este 27 de septiembre se conmemora el 197 aniversario de la consumación de la Independencia de México.
Resulta peculiar que México dé mayor importancia y celebre el inicio de su independencia cada 15 de septiembre con el tradicional “grito” encabezado por el presidente de la República desde el balcón central del Palacio Nacional, la comida típica mexicana y pirotecnia resalta en todas las calles; sin embargo, el 27 de septiembre pasa casi desapercibido entre los mexicanos.
Carlos Astudillo Constantino, director del Centro de Cultura Humanística A.C., en entrevista para YoInfluyo, comentó que “los mexicanos tenemos una idea muy poco precisa de nuestra propia historia, ya que festejamos cada 15 de septiembre, un movimiento armado de 1810 encabezado, por Miguel Hidalgo, que culminó al año siguiente sin éxito”.
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Astudillo Constantino dijo que once años después del movimiento alzado de Hidalgo, un 27 de septiembre de 1821, Agustín de Iturbide logró culminar la independencia de México, sin embargo, Iturbide no tuvo la habilidad para generar una estabilidad política en el incipiente país, sino más bien “ocasionó diversos conflictos como guerras, intervenciones extranjeras y una enorme polarización de ideas por figuras políticas que regían a nuestro país”.
Recalcó también que la instrumentalización de la historia por motivos ideológicos que padecemos en nuestro país ha ocasionado que la historia nacional la veamos como “un cuento de hadas con buenos y malos”, mientras que la versión histórica oficial de “héroes y villanos” no corresponde a la realidad del acontecer humano, más interesante y compleja de cómo nos la han presentado.
El director del Centro de Cultura Humanística comentó que una de las causas por la que nos celebramos la culminación de la independencia en nuestro país es la ignorancia sobre los hechos reales, resultado de un “círculo perverso” de que nuestro país tiene bajo nivel educativo, bajo interés político y falta de costumbre de la gente para asumir una postura crítica e informada.
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