Hay negocios que no los puedes hacer porque no están en tu liga. Hay oportunidades que no puedes tomar porque no estás en el lugar adecuado. Pero hay un montón de posibilidades que dejas pasar simple y llanamente porque no las lees.
No importa la velocidad con que te pase enfrente, ni la intensidad de ruido que haga en su trayectoria. Tampoco si se deja ver de manera burda o sutil. En el mundo de los negocios hay que estar sintonizados con la oportunidad y eso implica poder decodificarla.
En una de sus acepciones, un código es combinación de letras, números u otros caracteres que tienen un determinado valor dentro de un sistema establecido. Y solo aquellos que desarrollan la capacidad para interpretar tales caracteres pueden decodificar los mensajes que transitan en ese mundo específico.
Si vemos cada mercado como un sistema, ¿qué habilidades debemos desarrollar para decodificar las oportunidades correctas?
1) Estar donde debes estar.- Las más de las veces, las oportunidades transitan en los espacios donde la problemática se detona, en ambientes en los que los protagonistas clave interactúan o en áreas funcionales en las que se fondean las soluciones al alcance.
El monitoreo óptimo de cualquier señal relevante para tu negocio inicia con asegurarte de que tus sensores están activos y cubriendo los espacios correctos. La mejor decodificación empieza por estar en la cancha correcta para tu juego de especialidad.
2) Decanta la información con sentido de negocio.- La interacción adecuada te aporta datos, conectores relacionales, exposición a problemas de terceros y, mejor aún, la posibilidad de ver, escuchar, preguntar, percibir, cuestionar o indagar todo lo que, por razones diversas, te pueda resultar útil.
Pero la capacidad de interpretar la suma de todo lo anterior en información relevante para el negocio es la habilidad básica de decodificación empresarial. Es, de facto, un proceso de decantación de aquello que tiene valor para tus intereses del momento.
3) Valida la detección casuística de cada posibilidad.- Hasta el límite de tu capacidad, pulir el sentido de oportunidad implica asegurarte que estás leyendo bien el momento y que las circunstancias sí son convenientes u oportunas para ese algo que para tu negocio es importante.
Involucra, no solo poder entender lo que uno o varios jugadores de tu mercado te están queriendo decir u ocultar, sino poder ponderar el grado de confiabilidad que le debes de dar a cada uno de los mensajes captados.
Decodificar es transformar múltiples señales de tu sistema en mejor comprensión del mundo en el que te desarrollas. No es esperar pasivamente la comunicación lisa y llana de un cliente o competidor, ni mucho menos basar tu análisis en simples trascendidos casuísticos que no resisten la pregunta dos.
La decodificación sistemática es la creación perpetua de un mapa único de tu corporación que explica la navegación de tu organización hacia oportunidades concretas en un mar de posibilidades vagas e infinitas.
Y que no quede duda. Si bien hay múltiples razones que nutren la pericia empresarial de tirios y troyanos, pocas cosas apuntalan más la materialización de buenos negocios que estar continua e intencionadamente conectados con la oportunidad.
Y los caminos me llevan a Jalisco
Será en noviembre 8. Atenderé la amable invitación de los muy exitosos vendedores tapatíos Álvaro Aldrete y Rodrigo Rivera, quienes nuevamente convocan a la conferencia abierta titulada “Detrás de las Ventas”.
La cita es a las 19:45 horas en el Teatro Galerías de Zapopan y cualquier interesado en afilar sus habilidades comerciales podrá asistir. Y sí. Me corresponderá cerrar con una reflexión del mundo de los negocios que complemente esa enriquecedora experiencia para todos. ¡Ahí nos vemos!
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