La falta de comunicación y la pérdida de confianza, son problemas que afectan gravemente a los matrimonios.
Es un hecho que con la aparición del divorcio exprés la ruptura matrimonial se ha vuelto un negocio bastante rentable para algunos abogados y la facilidad del trámite ha influido para que cada vez más parejas consideren el divorcio como la solución más rápida y fácil a sus problemas conyugales.
Según datos del INEGI en 2005 las parejas que más solicitaban el divorcio tenían entre uno y cinco años de matrimonio, pero para el 2015, el primer lugar en divorcios lo tienen los matrimonios con más de veinte años de casados. Pero ¿qué está sucediendo con los matrimonios aparentemente consolidados?
Con el paso de los años el amor conyugal se transforma, los gustos de la pareja cambian, la pasión disminuye y la confianza puede transformar el vínculo matrimonial en un amor de hermandad, que termina por separar a la pareja.
Existen también los casos en los que, a lo largo de los años, las parejas han ido guardando y sobrellevando problemas que por falta de comunicación no resolvieron, y cuando los hijos ya crecieron y vuelven a encontrarse solos, estas diferencias se agudizan y si no ponen remedio, terminarán por divorciarse.
Otra posible respuesta es que los matrimonios de más de 30 años pertenecen a la generación ‘Baby Boomer’, quienes manejaban el concepto del “cónyuge solícito pero infeliz” y dieron inicio a las altas tasas de divorcio.
Es un hecho que la falta de comunicación y la pérdida de confianza, son problemas que afectan gravemente a los matrimonios, que después de varios años de convivencia y con el síndrome del nido vacío presente, es probable que empiecen los cuestionamientos para saber si han sido felices y si vale la pena permanecer unidos.
En Red Familia te invitamos a que antes de pensar en el divorcio, hagas una reflexión con tu esposa (o) para evaluar cómo han llevado su relación de pareja todos estos años y si es momento de reinventar su matrimonio o de buscar ayuda profesional.
Ten en cuenta que este momento de madurez e independencia personal que están viviendo como esposos, puede ser un nuevo principio para tu relación. ¡Porque en la familia, está la solución!
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