Voto convencido, voto nulo y voto útil, entre otros

El voto por convicción. Es aquel en donde el ciudadano después de haberse informado piensa que tal o cual candidato es el mejor.



Entre las características de un sistema democrático se encuentra la parte electoral en donde los ciudadanos pueden elegir a personas que desempeñarán un puesto público, que en el caso de México, puede ser la de presidente, senador o diputado de acuerdo a los niveles de gobierno federal o estatal.

 

El niño sabio bien puede preguntar: ¿qué sentido tiene el elegir a un candidato para un puesto público? La respuesta en el puro sentido democrático es el bien de la sociedad a gobernar. En efecto, si la democracia debe incluir un sentido de ética social, entonces tanto ciudadanos electores como ciudadanos candidatos junto con los partidos políticos tienen el deber de velar por el bien de la sociedad a gobernar.

 

Si los candidatos aspiran a un puesto público en el cual podrán ejercer autoridad ejecutiva o legislativa, entonces el poder que incluye esa autoridad, en un sentido ético, queda mediatizado por el bien de la sociedad. Y no sólo ese poder incluido en la autoridad que acompaña a un puesto público, sino que su plan de acción con relación a ese puesto público también queda subordinado al bien de la sociedad.

 

Los ciudadanos electores con este sentido de ética social propio de una democracia, tienen el deber de elegir a aquellos candidatos que más se aproximen a ese bien de la sociedad a gobernar y no elegir a aquellos cuyas propuestas perjudiquen dicho bien.

 

De todo lo antes dicho surgen distintos tipos de voto como son:

El voto por convicción. Es aquel en donde el ciudadano después de haberse informado piensa que tal o cual candidato es el mejor, o en términos negativos, el menos imperfecto para gobernar y en consecuencia votará por él en razón del bien de la sociedad.

 

Pero puede darse la situación, como es el caso de México, en donde muchos electores no estén convencidos por ningún candidato, y en consecuencia deseen anular su voto. Aquí se tiene el voto nulo en el cual, según la conciencia de un determinado elector, sería una imprudencia votar por tal o cual candidato porque sea quien sea, terminará perjudicando gravemente el bien social.

 

El voto nulo es la convicción de que ningún candidato es digno de ocupar un puesto público y por consiguiente el elector se abstiene de emitir un voto favorable alguno porque según su conciencia, no es ético realizar una acción como es la de votar por un candidato que terminará perjudicando gravemente el bien social.

 

Cuando en unas elecciones el voto nulo alcanza un número significativo, entonces eso se vuelve un signo que manifiesta que la democracia no está bien funcionando en una sociedad porque los candidatos no representan en absoluto una opción para el bien de esa sociedad.

 

En muchas ocasiones cuando alguien manifiesta su decisión por el voto nulo no deja de haber personas que le hacen la exhortación para el voto útil.

 

El voto útil es la alternativa al voto nulo y su justificación sería la siguiente: a pesar de los votos nulos algún candidato terminará electo. Efectivamente, ese candidato electo terminará perjudicando al bien de la sociedad, pero ese candidato en comparación con los otros es el que más va perjudicar a la sociedad, luego, hay que votar por el que menos perjudique a la sociedad.

 

Quien ejerce voto útil no está convencido por candidato alguno. Pero en razón del ideal ético del bien de la sociedad, emite su voto por quien menos perjudicará a la sociedad. O en su defecto, quien emite un voto útil está convencido de un candidato en particular, pero en razón de las circunstancias ese candidato no tiene las probabilidades de ganar, o sea, los que tienen probabilidades de ganar perjudicarán al bien social, luego, hay que analizar quien perjudicará menos a la sociedad y ejercer voto útil.

 

En este análisis de voto por convicción, voto nulo y voto útil la conciencia ética del elector juega un papel muy importante. Dos personas pueden votar por un mismo candidato, pero una lo hace por convicción, sea porque piensa que es el mejor, sea porque piensa que es el menos imperfecto con relación al bien de la sociedad; pero la otra lo hace por voto útil, es decir, porque ese candidato es el que menos perjudicará al bien de la sociedad.

 

No se puede absolutizar al decir que el voto útil siempre es ejercido por el candidato que menos perjudicará a la sociedad. Puede darse la situación de que un determinado elector piense que el candidato “X” es el mejor o menos imperfecto que el candidato “Y”. Pero el candidato “X” tiene menos probabilidades de ganar en comparación del candidato “Y”. Puede ejercer su voto convencido por el candidato “X”, sin embargo, el candidato “Z” quien sí perjudicará gravemente al bien social, tiene grandes probabilidades de ganar sobre el candidato “Y” y desde luego sobre el candidato “X”. Por lo tanto, este elector en conciencia hace voto útil a favor del candidato “Y” sacrificando su voto por convicción con relación al candidato “X”, con la finalidad de que el candidato “Z” no gane, pues perjudicará gravemente el bien social. Todo esto lo hace porque la finalidad de la política es el bien de la sociedad a gobernar.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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