La administración Trump había enviado señales desde el año pasado sobre su intención de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, argumentando su presunto prejuicio contra Israel.
La administración del presidente Donald Trump anunció hoy su decisión de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, un día después de que el órgano de la ONU condenó la política de separación de familias migrantes.
La embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Nikki Haley, sostuvo durante el anuncio junto al secretario de Estado, Mike Pompeo, que el consejo se ha convertido en un protector de abusadores de derechos humanos y en un “pozo de sesgo político” contra Israel.
“Quiero dejar en claro que este paso no significa una retracción de nuestros compromisos de derechos humanos”, sostuvo Haley.
“Por el contrario, tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite ser parte de una organización hipócrita y autocomplaciente que hace una burla de los derechos humanos”, remató.
La decisión, anunciada en medio del escándalo nacional por la política migratoria de “tolerancia cero” que ha resultado en la separación de miles de niños migrantes, fue de inmediato repudiada por el Partido Demócrata.
“Estados Unidos debería estar viendo al mundo en derechos humanos, no retrayéndose al aislacionismo y en la separación de niños pequeños de sus familias”, reaccionó el presidente del Comité Nacional demócrata, Thomas Perez.
“El retiro de Trump es especialmente perturbador por su persistente alabanza a déspotas y dictadores con recurso humanitarios abismales, sin mencionar el cruel maltrato de su gobierno a las familias migrantes que buscan asilo”, señaló.
La administración Trump había enviado señales desde el año pasado sobre su intención de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, argumentando su presunto prejuicio contra Israel.
En su anuncio, Haley responsabilizó a países como Rusia y China por supuestamente haber bloqueado los esfuerzos de Estados Unidos por reformar el organismo, al tiempo que deploró la membresía de naciones como Venezuela y Cuba.
“Vean a los miembros del consejo y verán una apabullante falta de respeto por los derechos humanos más básicos”, apuntó Haley.
Por su parte, Pompeo lamentó que el Consejo sirva de foro para algunos de los peores abusadores de derechos humanos del mundo.
“La única cosa peor que un consejo que hace casi nada para proteger los derechos humanos, es un consejo que encubre los abusos de los derechos humanos, y por lo tanto es un obstáculo al progreso y un impedimento al cambio”, dijo el jefe de la diplomacia estadunidense.
Estados Unidos se encontraba cumpliendo un periodo de tres años en el consejo, con sede en Ginebra.
