El número de personas desplazadas por conflictos armados, crisis, violencia generalizada o persecución aumentó en 2017 con respecto a 2016 en 2.9 millones, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El “Informe Mundial de Tendencias de Desplazamientos Forzados” revela que de los 68.5 millones de personas forzosamente desplazadas el mundo, 25.4 millones son refugiados, 40 millones desplazados internos y 3.1 millones solicitantes de asilo.
Según ACNUR, una media de 44 mil 400 personas se convirtieron en nuevos desplazados cada día.
La organización estima que de los 25.4 millones de refugiados, 5.4 millones son refugiados palestinos.
La cifra de 25.4 millones de refugiados es la más alta hasta la fecha y supone 2.9 millones más que los que había a finales de 2016, como consecuencia de que durante el año unos 2.7 millones de personas se registraron como refugiadas, un dato próximo al récord registrado en 2014.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados apuntó que las continuas crisis en lugares como Sudán del Sur y Congo, así como el éxodo de musulmanes rohingyas de Myanmar que comenzó el año pasado, elevaron la cifra total de desplazamientos forzados en 2017 a 68.5 millones.
De ese total, 16.2 millones fueron recientemente desplazados el año pasado, un promedio de más de 44 mil 400 personas por día. La mayoría ha sido desplazada por más tiempo, algunos obligados a huir varias veces.
“La cifra global ha aumentado nuevamente en un par de millones”, señaló en rueda de prensa el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi un día antes del Día Mundial de los Refugiados.
Según Grandi, el 70 por ciento de los desplazados forzosos proceden de solo 10 países, lo que “significa que, si hubiera soluciones a los conflictos en esas naciones, la cifra global podría empezar a bajar, pero no hemos visto ninguna señal de progreso a la hora de forjar la paz en ninguno de estos diez estados”.
Entre las situaciones destacables en 2017, el alto comisionado de la ONU incluye además el “deterioro de las condiciones en Venezuela”, país que han abandonado en los últimos años más de 1.5 millones de ciudadanos.
En 2017 los venezolanos presentaron 111 mil 600 solicitudes de asilo en el mundo, cifra que solo se sitúa por detrás de los afganos, sirios e iraquíes y que es más de tres veces superior a las 34 mil 200 peticiones registradas en 2016 y casi once veces la observada 2015.
“Esto se debe a los conflictos prolongados y la falta de soluciones para los conflictos que continúan, la presión continua sobre los civiles en los países de conflicto que los empujaron a abandonar sus hogares y las crisis nuevas o agravantes, como la crisis Rohingya”.
El ACNUR señaló que las cifras desmienten la percepción errónea entre algunos de que una crisis de refugiados ha afectado a más países desarrollados en el “Norte global”.
El 85 por ciento de los refugiados se encuentran en países en desarrollo, muchos de ellos “desesperadamente pobres”.
“Debería ser un elemento que disipe la percepción, la noción que prevalece en muchos países: que la crisis de los refugiados, en singular, es una crisis del mundo rico”, dijo el Alto Comisionado Filippo Grandi. “No lo es. Sigue siendo una crisis principalmente del mundo pobre”.