Nunca ingresó a la vida religiosa, aunque ella misma inspiró un instituto religioso: la Congregación de Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, grupo contemplativo de derecho pontificio fundado en la Ciudad de México en 1897.
El Papa Francisco aprobó un milagro atribuido a la intercesión de la madre de familia y mística mexicana, Concepción Cabrera de Armida, autorizando su elevación a los altares con el título de beata.
Según informó hoy la sala de prensa del Vaticano, la firma del decreto que da luz verde para la beatificación tuvo lugar la víspera, 8 de junio, durante una audiencia entre el pontífice y el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato.
Aún no se determina la fecha y el lugar exactos para la ceremonia de beatificación, pero si el protocolo se mantiene esta deberá tener lugar en la Ciudad de México, lugar donde falleció la mujer.
Nacida en San Luis Potosí el 8 de diciembre de 1862 “Conchita”, como la llamaban, vivió una niñez sencilla y con travesuras.
“Desobedecía a mis padres, les pegaba a mis hermanos, me robaba el dulce y la fruta”, llegó a contar alguna vez. A sus 21 años firmó compromiso con Francisco Armida, con quien contrajo matrimonio el 8 de noviembre de 1884.
De esa unión tuvo nueve hijos, entre 1885 y 1899, pero su marido falleció el 17 de septiembre de 1901. De activa vida religiosa, ya en 1895 funda el Apostolado de la Cruz, una obra formada por fieles católicos cuyo objetivo es santificar todos los actos de la propia vida.
Nunca ingresó a la vida religiosa, aunque ella misma inspiró un instituto religioso. Se trata de la Congregación de Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, grupo contemplativo de derecho pontificio fundado en la Ciudad de México en 1897.
Además, de la espiritualidad de “Conchita” nacieron otras instituciones de la Iglesia católica. Entre ellas la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús, para los fieles que se esfuerzan por cultivar en el mundo el espíritu de las religiosas de la Cruz, y la Fraternidad de Cristo Sacerdote, que reúne a clérigos de diversas diócesis que participan de la misma inspiración.
Pero la obra de mayor auge nacida gracias a Concepción Cabrera es la congregación sacerdotal Misioneros del Espíritu Santo, fundada en 1914 junto con el padre Félix Rougier Olanier, y que actualmente tiene presencia en México, Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Chile, España e Italia.
Una faceta menos conocida de esta mujer es la de mística, al final de su vida había escrito unos sesenta y seis volúmenes manuscritos, sobre diversos aspectos teológicos y de espiritualidad.
Falleció en la Ciudad de México el 3 de marzo de 1937. Por otra parte, también será beata una mujer que tuvo mucho que ver con México por ser una de las iniciadoras de la prelatura apostólica del Opus Dei en el país.
Se trata de profesora española María Guadalupe Ortiz de Landázuri. Ella le debe su nombre a la Virgen de Guadalupe, ya que nació el mismo día de su fiesta pero de 1916, en Madrid.
Estudió ciencias químicas y perdió a su padre, que era militar, en la Guerra Civil Española. En 1944 conoció al fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer, y se incorporó a la obra. Primero trabajó en la capital española, luego en Bilbao, donde se dedicó a la formación de los jóvenes.
Llegó a México en 1950, enviada por Escrivá para iniciar (con otras personas) la misión de la obra.
Entre otras cosas, impulsó un centro de capacitación humana y profesional para campesinas en una zona rural del estado de Morelos. Permaneció en el país hasta 1956, donde se trasladó a Roma para colaborar en el gobierno del Opus Dei, luego volvió a España, donde permaneció hasta su fallecimiento en 1975 como consecuencia de una enfermedad del corazón, a los 59 años.