El Papa Francisco criticó hoy a los obispos que “se meten en negocios”, que son “especuladores”, aquellos que siempre están ocupados o andan, en todo momento, “con la valija en la mano”.
Durante el sermón de su misa matutina, que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta (su residencia en el Vaticano), el líder católico llamó a los pastores a no comportarse como “empleados” de la Iglesia, que cumplen su misión “sólo por la paga”.
Precisó que el verdadero obispo es quien “vigila” y “vela” por sus feligreses, aquellos que saben “defender a la grey de los lobos que vienen” y dejan que su vida “esté envuelta en la vida del rebaño”.
En su reflexión, partió de un pasaje bíblico que refiere cómo los primeros cristianos fueron “turbados” con “razonamientos que trastornaron sus ánimos” predicados por “algunos que no tenían ningún cargo”, pero que se presentaban como ortodoxos y verdaderos teólogos del cristianismo.
Sostuvo que las comunidades tienen “olfato” para identificar a los verdaderos obispos, los que son cercanos y conocen por su nombre “a cada oveja”.
Distinguió a los buenos obispos de los que actúan como empleados, que van por la paga y a quienes no les interesa “si viene el lobo y se come a una oveja”.
“¡Oh, este obispo! Sí, es bueno, pero no nos cuida mucho, siempre está muy ocupado. Este obispo se mete en negocios, es un poco especulador y esto no va. Este obispo se ocupa de cosas que no tienen que ver con su misión”, ejemplificó.
“Siempre está con la valija en la mano, siempre por ahí, por todas partes, siempre está con la guitarra en la mano. ¿Cuántas veces se escuchan estas frases en la boca de los fieles? Así no está bien”, constató.