Después de 33 años de militancia priista, Jaime Rodríguez Calderón renunció al PRI para buscar la gubernatura de Nuevo León por la vía independiente, que consiguió en las elecciones de 2015. Ahora busca la presidencia de la República.
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En el Poll de Polls del 20 de abril de este año, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón no logra superar el 3% de las preferencias; sin embargo, al llegar al debate de los presidenciables El Bronco no tenía nada que perder y sí, todo por ganar. Las gracejadas, la confrontación muy al estilo del norte y la palabra fuerte, directa y sin tapujos, le ganaron muchas simpatías más.
JUEGO RUDO
El ex gobernador de Nuevo León arriba al encuentro con los demás candidatos, con un bagaje en contra: su cuestionada incorporación a la boleta electoral y la irremediable posición de Armando Ríos Píter, con quien los analistas lo comparan.
En el encuentro de presidenciables, emplea una discursiva que “le nace”, que no necesita montaje especial, “porque así es él”. La sorna, el sarcasmo y la ironía son manejadas hábilmente contra el tabasqueño y arrincona a éste al pedirle que firme la devolución de las prerrogativas.
Inculpar a los partidos políticos se pierde como argumento, y su audacia lo saca airoso de la pregunta. Asiente un par de veces, ofrece cortarle las manos a los corruptos. Los memes –ese mismo día- se encargarán de lo demás.
CATAPULTA
El auto-elogio y el regodeo en los triunfos alcanzados en el Estado que gobernó, tranquilizan su lenguaje no verbal. Se siente cómodo al hablar de ellos, pero se olvida que Nuevo León está muy lejos de Tabasco, Guerrero, Michoacán o Chiapas.
En los análisis de resultados de los expertise en redes sociales, El Bronco logra buenas cantidades de comentarios a favor. Pero olvida que las “consultas” en Facebook o Twitter, los mensajes en Instagram no constituyen un elemento certero para oír bien a la sociedad, y los bots, suelen ser malos consejeros para dar forma a un Plan de Gobierno.
Sin embargo, a muchos mexicanos no se les olvida que fue la fractura con Peña Nieto y el PRI, lo vuelve “independiente”… Aunque los hechos posteriores demostraron lo contrario.