En la actualidad es muy común que nuestros hijos amanezcan enojados, vayan al colegio enojados, coman enojados y se vayan a acostar enojados.
Pero el que sea muy común no quiere decir que sea lo correcto. Nuestros hijos ya no saben disfrutar la vida y viven sólo por vivir, sin un sentido real.
¿Cómo podemos cambiar esta situación? Aquí te dejo 5 Tips para ayudar a nuestros hijos a superar el enojo profundo en el que viven.
PRIMERO. Revisa si hay algo que les preocupe.
Como papás es muy fácil que notemos cuando nuestros hijos tienen un cambio de actitud o de comportamiento, lo que nos cuesta trabajo es saber el porqué de ese cambio.
Para lograrlo, primero debemos observarlos para saber cuándo hay un cambio y después hay que estar en comunicación con ellos para que sientan la confianza de decirnos cuando algo no anda bien.
Las preocupaciones escolares o que provoca el asedio de alguien sobre ellos traen como consecuencia un estado de estrés constante y lo reflejan como un enojo profundo y duradero.
Otra causa de esto puede ser que estén metidos en líos de videojuegos o adicciones.
SEGUNDO. Que vean las cosas buenas que tiene la vida.
Es importante que si están en ese estado de enojo, les hagamos ver que la vida tiene cosas positivas y que gracias a ese enojo constante ellos no las pueden ver.
Para esto es importante buscar hablar con ellos en un lugar aparte, donde nadie más los pueda oír y me refiero a los hermanos u otros miembros de la familia.
Debemos buscar tener momentos de plática con cada uno de nuestros hijos y de forma especial, dependiendo de sus características.
TERCERO. Siempre hay alguien que tiene más problemas que tú.
Para nuestros hijos, sus problemas son los más graves y no se dan cuenta que siempre hay alguien que tiene más problemas o más graves y andan por la vida con una sonrisa en la cara.
Hacer conciencia de esto a nuestros hijos les ayuda mucho a enfrentar las cosas con una actitud diferente, más propositiva y menos deprimente.
Si dejamos que sigan con esa actitud lo lógico es que vengan después situaciones de depresión y deseo de muerte.
Al darles una panorámica de cómo está la situación actual del mundo los debe hacer reaccionar ya que deben tener conciencia de que son afortunados por tener una familia que los quiere y los protege y que los ayudará a salir adelante de los problemas o situaciones que los mantienen enojados.
CUARTO. Que le pongan nombre a lo que sienten.
Para acabar con el enojo, primero es necesario que identifiquen lo que los tiene así, que le pongan nombre y así se puede combatir cada una.
Por ejemplo, cuando mis hijos comienzan a discutir de todo y a enojarse sin razón los llamo a un lugar aparte y les pregunto que sienten. No les pregunto qué les pasa, porque seguro que no lo saben, pero si saben que siente.
Después les ayudo a que le pongan nombre a lo que sienten y después que me digan que causa esos sentimientos.
Por último hacemos un plan para tratar de contrarrestar cada una de las causas de sus males. Ya con esa estrategia es más fácil trabajar para que estén mejor.
Y QUINTO. Que ofrezcan todo.
Por último les pido que ofrezcan a Dios lo que tienen y que los está lastimando. Si lo dejan así nada más se vuelve algo cotidiano, pero si lo ofrecen, lo mandan a un nivel más trascendente y que colabora al bienestar de la familia.
El sufrimiento puede ser algo que nos ayude a templar el carácter de nuestros hijos y a valorar lo bueno que tenemos y a luchar por alcanzar lo que no tenemos.
Ojalá que logremos hacer que nuestros hijos estén felices y valoren la vida.
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