Orar y rezar son cosas diferentes. Rezar es solo repetir palabras ya establecidas que nos ayudan a comunicarnos con Dios. Pero orar es más que eso, es aprender a comunicarse con Dios de forma cotidiana y cercana.
A veces no es tan sencillo lograr esta comunicación y es muy importante que nuestros hijos sepan cómo hacerlo siguiendo muerto ejemplo por eso aquí les dejo 5 Tips para enseñar a nuestros hijos a hacer oración.
PRIMERO. Que sientan a Dios cerca de su vida.
Si les presentamos a un Dios lejano que es inalcanzable y que está muy ocupado con tantas cosas importantes, nuestros hijos jamás sentirán la confianza de acercarse a él con sus pequeños problemas.
Es necesario que ellos pequeños sientan a un Dios cercano y amoroso para que puedan dialogar con Él.
Y qué decir de nuestros hijos adolescentes que tienen tantas distracciones que el mundo les presenta y que sería más fácil la vida si tuvieran una relación cercana con Dios.
Por eso es bien importante enseñarles a que tengan respeto por Dios pero que lo sientan cercano y amoroso.
Con nuestros hijos lo logramos al hacerles sentir que Dios está en todos lados pero en especial dentro de su corazón y que por eso pueden hablar con Él y contarle sus cosas.
SEGUNDO. Que tengan un lugar donde hacer oración.
Al principio les costará un poco de trabajo concentrarse para dialogar con Dios es por esto que es necesario un lugar en la casa que ellos identifiquen con claridad y que les de confianza para hacer oración.
Para esto podemos poner un pequeño altar en el centro de la casa o en el lugar más importante de ella para que los pequeñitos se acostumbren a hacer oración ahí.
Y poco a poco ellos comprenderán que Dios está con ellos siempre y que por eso pueden dialogar con El aun cuando vayan caminando o cuando se estén bañando.
La intención es lograr entablar la relación con Dios en ese lugar especial y después comprender que puede tener esta relación especial en cualquier lugar.
Cuando nuestros hijos eran pequeños les pusimos imágenes más amigables para ellos y ahora que están más grandes hemos puesto iconos que nos permiten entablar un diálogo con Dios.
TERCERO. Que comprendan que Dios está dentro de su corazón.
Este es el sigue te pasó en cuanto a la oración y es importante propiciar miembros para compartir con Dios lo que ha pasado en el día.
Cuando están pequeños nuestros hijos es necesario que nosotros los guiemos para lograr esta relación con Dios y conforme van creciendo puedan ellos seguir orando conforme a sus cualidades y necesidades.
Es importante comenzar lo antes posible a entablar está relación íntima con Dios porque entre más grandes son nuestros hijos cuesta más trabajo que confíen en Dios.
Si tus hijos ya son adolescentes y están peleados con Dios o no forma parte de su vida, no te preocupes, aún podemos incluirlos en las actividades que preparemos para fomentar la oración.
Seguro que al principio les costará mucho trabajo y hasta lo harán de mala gana, pero conforme se vaya abriendo el corazón a Dios será mejor.
CUARTO. Que aprendan algunas oraciones dependiendo de su edad.
Esto ayuda a que nuestros hijos aprendan a platicar con Dios por medio de algunas oraciones pequeñas y fáciles de entender de acuerdo a su edad.
Podemos comenzar con pequeñas jaculatorias y poco a poco ir agregando oraciones un poco más estructuradas y cercanas como la oración al Ángel de la guarda, el padre nuestro y el Ave María.
También podemos acudir a oraciones dirigidas a nuestros santos patronos y a los que les tenemos devoción de esta forma se podrá entablar una Comunicación cercana y amorosa con ellos y con Dios.
Conforme se adentren en el mundo espiritual y sus encantos, necesitarán menos de estás oraciones y mucho más del diálogo con Dios.
Y QUINTO. Que aprendan a contarle a Dios sus cosas y confiar en Él.
Es importante que nosotros les ayudemos al pedirles que ofrezcan sus trabajos del día o sus enojos o sus alegrías, de esta forma nuestros hijos se acostumbraran a que Dios tenga un lugar importante en su vida.
Si tú tienes un amigo buscas estar en contacto con el y contarle tus cosas, pues eso precisamente debe ser Dios para nuestros hijos, un amigo al que le puede contar todo y en el que pueden confiar ya que siempre está para ayudarles y aconsejarles.
Si logramos que tengan está relación desee pequeños, les estamos dando el mejor regalo en este mundo porque les estamos abriendo las puertas de una vida espiritual y una relación cercana y amorosa con Dios.
redaccion@yoinfluyo.com
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com