Hoy quiero que hagamos una reflexión como padres de familia. Quiero que pensemos si dejaríamos a nuestros hijos al cuidado de una maestra que les enseñara a ser agresivos, a decir palabrotas, a emborracharse o drogarse, a herir o matar al que le caiga mal. Por supuesto que nuestra respuesta será un no.
Y creo que muchos de nosotros no nos hemos dado cuenta, que eso es lo que hacemos cuando dejamos a nuestros hijos, por horas y horas, al cuidado de la nana televisión, Satisfechos de tenerlos calladitos y quietecitos.
Por eso aquí les dejo 5 tips para evitar caer en este error.
PRIMERO. Debemos estar al pendiente de lo que nuestros niños y adolescentes ven.
Si dejamos que nuestros hijos vean lo que quieran, sin tener el debido cuidado, pueden habituarse a considerar que lo malo es normal o incluso bueno.
Para esto, les pido a mis hijos que hagan una lista de los programas que quieren ver, y nos sentamos a verlos juntos. Después objetivamente y en familia, decidimos si son adecuados o no para ellos.
SEGUNDO. No es conveniente que nuestros hijos tengan televisión en su cuatro.
Primero, porque puede ser distractor para lograr descansar adecuadamente. Y después porque se pueden encerrar a verla y así perdemos el control de lo que miran.
Como regla general, la televisión debe estar en una área común, donde un adulto pueda supervisar lo que están viendo.
En mi familia, La pusimos entre la sala y el comedor. Conseguimos un soporte que gira para un lado y para el otro y de esta forma podemos verla cuando estamos conviviendo.
TERCERO. Evita a toda costa prender la televisión por inercia, al llegar a tu casa.
Ya que quien lo hace, termina viéndola horas sin hacer otra cosa.
Que lo primero sea charlar, convivir en familia, realizar actividades juntos. Pueden leer un buen libro, hacer algo creativo y sólo si queda tiempo, ver la tele.
CUARTO. Que los niños no sean los que cambien de canal.
Ya que entre cambio y cambio, se pueden encontrar con escenas violentas, terroríficas o pornográficas, poco aptas para ellos y que se les pueden quedar grabadas para toda la vida. Sólo hay que ver la televisión cuando se sabe que se va a ver.
Los controles que bloquean canales son una buena ayuda, pero no suplen nuestra supervisión..
Y QUINTO. No hay que considerar a la televisión como de la familia.
A pesar de que este presenté en nuestros hogares, debemos considerarla una visita, algo que puede estar por un tiempo y después no estar. Es decir, no tomarla como el centro de nuestra vida familiar, sino como un medio de distracción momentáneo y de convivencia familiar.
Y en el mejor de los casos, con algunos canales formativos, como un medio de educación pero siempre con nuestra vigilancia.
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