Donald Trump quiso eliminar el Departamento de Energía, pero finalmente elige al ex gobernador de Texas Rick Perry para dirigirlo. Creado en 1977, de este Departamento depende el desarrollo de armas nucleares, la gestión de las reservas nucleares del país, y el funcionamiento de los programas de lucha contra el terrorismo y del equilibrio en la proliferación nuclear.
Últimamente, la prioridad se enfoca a conservar y aprovechar mejor los recursos energéticos, cuidar el medio ambiente y afrontar los desafíos nucleares por medio de la ciencia y la tecnología. The New York Times señala que aproximadamente el 60 por ciento del presupuesto del Departamento de Energía se dedica a la gestión de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear.
Perry fue vicegobernador en la gestión de George W. Bush, y luego gobernador de Texas de 2000 a 2015. También se postuló como candidato a la presidencia por el Partido Republicano.
La relación de Perry con Trump se dio hasta el mes de mayo de este año y así se expresó del candidato: “Él no es un hombre perfecto. Pero sí creo que ama al país y va a rodearse de gente capaz, con experiencia y las va a escuchar”.
Perry, entre otros asuntos, tendrá que resolver los conflictos de interés entre los estados de Dakota e Illinois, por el avance de un oleoducto, por el cual se inclina el futuro Presidente. En septiembre, Perry apareció como concursante en la temporada 23 del programa “Dancing With the Stars” de ABC, donde dijo que aspiraba a ayudar a los veteranos y cambiar la percepción de los republicanos en los medios.
Perry es un cristiano evangélico y estuvo en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Es acérrimo defensor de la vida, muy comprometido con el tema y ha soportado fuertes embates. En 2013 firmó en contra de la propuesta de abortos tardíos, e hizo ver su convicción por la defensa de la vida, en la que se apoya la cultura de Texas. También se pronunció por la protección de las futuras madres.
En la Cámara de Representantes, Perry expresó: “La enorme muestra de apoyo a esta legislación ha demostrado cómo Texas representa la vida, y felicito a todos los que hablan en favor de la vida en nuestro estado. Ahora no cabe la vacilación, el Senado debe continuar su importante labor en apoyo de la salud de la mujer y la protección de la vida de nuestros texanos más vulnerables”.
Perry llamó a una sesión especial de la legislatura de Texas para aprobar la ley antes de que una turba pro-aborto consiguiera sus objetivos. Explicó la importancia del trabajo legislativo en ese tema, que repercutirá en el beneficio para la gente de Texas.
“Los texanos valoran la vida y protegen a las mujeres y los niños por nacer. Los texanos quieren un sistema que les ofrezca oportunidades. Los texanos quieren una Corte que sea justa y equitativa. No vamos a permitir la ruptura del decoro y la decencia que dificulte lo que la gente de este estado nos pide realizar con nuestro trabajo”, dijo.
Antes de eso, Perry alentó a los defensores de la vida, con el planteamiento de un proyecto de ley para que las mujeres puedan ver un ultrasonido de su bebé antes de un aborto. Añadió: “Es muy difícil pensar que las personas de buena voluntad se crucen de brazos, y mucho menos en Texas”. Agregó que la decisión del Tribunal Supremo de permitir abortos de manera ilimitada (ley Roe vs. Wade) es una “tragedia”.
Cuando, en los centros que atienden a mujeres embarazadas, se utiliza el ultrasonido, más del 80 por ciento descartan el aborto, se quedan con el bebé o aceptan la adopción. Perry se congratuló por haber intervenido en ese asunto legislativo, porque refuerza los medios de la protección de la vida, y haber podido llevar a cabo esa decisión tan importante
Algunos días antes de la firma de la legislación de ultrasonido, el gobernador Perry firmó un proyecto de ley para portar en los coches placas pro-vida, como otra estrategia para ayudar a mujeres embarazadas.
Perry no sólo firmó la legislación, sino que con frecuencia se ha involucrado en la recaudación de fondos para los grupos pro-vida, incluyendo el apoyo a los medios de comunicación -televisión y radio-.
Durante un evento de recaudación de fondos, Perry se enfrentó a una campaña pro-aborto de Obama y manifestó su desacuerdo ante las políticas que obligan a grupos de estadounidenses a financiar el aborto en el extranjero, por ejemplo, lo han hecho en la Ciudad de México. Allí, dijo: “Estados Unidos está en el negocio de la exportación de aborto. No estoy contento”. Y, dirigiéndose a los niños por nacer, añadió:”Lástima que no podemos protegerlos del gobierno federal”.
Fuente: Dailysignal.com 13 de diciembre de 2016, y Lifenews.com 13 de diciembre de 2016.
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