El presidente Trump confirmó la noche del martes 31 de enero que su candidato a la Corte Suprema es el juez pro-vida Neil Gorsuch. Y dijo: “Cuando el juez Scalia falleció repentinamente en febrero pasado, hice una promesa al pueblo estadounidense: encontrar al mejor juez del país para la Suprema Corte”. Añadió: “Soy un hombre de palabra. Voy a hacer lo que dije, algo que el pueblo estadounidense ha estado pidiendo durante mucho, mucho tiempo”.
Gorsuch tiene una “mente brillante, mucha disciplina” y el apoyo de ambos partidos. El Presidente invitó a la Casa Blanca a Maureen Scalia, para representar a su difunto esposo.
El Senado tendrá que confirmar la propuesta.
Trayectoria de Gorsuch
Gorsuch, de 49 años, vive en Boulder, Colorado, con su esposa Louise y sus dos hijas. Acudió a la Universidad de Oxford, a la Universidad de Columbia y a la Escuela de Derecho de Harvard. Actualmente es juez de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Décimo Circuito, que incluye los distritos de Colorado, Kansas, Nuevo México, Utah y Wyoming, así como la del Este, Norte y los distritos occidentales de Oklahoma. Se ha desempeñado como juez federal desde agosto de 2006, nombrado por el presidente George W. Bush y confirmado unánimemente por el Senado.
Afirman que tiene un estilo semejante a Antonin Scalia, y lo evoca, porque sus opiniones son excepcionalmente claras, sencillo en la exposición y ameno en sus escritos.
Gorsuch, en su discurso de esa noche, mencionó al juez Scalia como un” león de la ley”. “Le extraño”. “Esta noche estoy muy agradecido por mi familia, mis amigos, y mi fe”. Se sentía confundido y honrado por su postulación.
Los eruditos legales pro-vida que lo conocen dicen que es un convencido de la protección legal de los niños no nacidos y fiel a interpretar la Constitución como los Padres Fundadores. Defiende la libertad religiosa.
En las tiendas de artesanías Hobby Lobby vs. Sebelius, Gorsuch defendió la postura de los dueños que se opusieron al plan de salud de gobierno de Obama para ofrecer anticonceptivos. También apoyó a las Hermanitas de los Pobres a disentir sobre el uso de anticonceptivos y a respetar la objeción de conciencia de las monjas.
En 2009, Gorsuch escribió “El futuro del suicidio asistido y la eutanasia”, donde sostiene el valor intrínseco de la vida humana. Rechaza el suicidio asistido y la eutanasia, así como la opción del paciente y la postura de los médicos en favor de estos planteamientos. La editorial Princeton University Press califica al libro como “el argumento más firme que se ha publicado contra esas legalizaciones, Gorsuch es un experto de la ley natural”.
Sobre De Roe vs. Wade, Gorsuch afirma que “no hay base constitucional” para dar a una madre más derechos que a su hijo no nacido. Uno de los problemas más grandes que los defensores de la vida tienen con el Tribunal Supremo es que con Roe vs. Wade se inventó un supuesto derecho al aborto.
Los legisladores pro-vida y activistas de todo el país pueden tener una alta confianza en que, como juez del Tribunal Supremo, Neil Gorsuch no cesará en la protección de la vida de los niños no nacidos y de la de otros humanos vulnerables. Consideran que el presidente Trump ha hecho una elección excepcional en el nombramiento de Neil Gorsuch para continuar con el legado del fallecido Antonin Scalia en el Tribunal Supremo. Y agregan que, con este nombramiento, Trump ha cumplido su promesa de nombrar sólo jueces pro-vida para la Suprema Corte.
El Juez Gorsuch es un distinguido jurista con un sólido historial en la protección de la vida y la libertad religiosa, como lo demuestra desde su tesis doctoral en la que escribió que “la vida humana es fundamental y valiosa por sí misma”.
Fuentes: LifeNews.com y lifesitenews.com, 31 de enero de 2017
comentarios@yoinfluyo.com
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com