Un verdadero revuelo causaron las declaraciones de la Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, quien enfatizó que la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de asumir la función legislativa en el país, representa “una ruptura del orden constitucional”.
“Las sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia constituyen una ruptura del orden constitucional”, dijo la fiscal, en un cambio radical en el discurso de la funcionaria “chavista”, quien llamó “a la reflexión para que se tomen caminos democráticos, respetando las diferencias”.
“Es mi obligación manifestar ante el país mi alta preocupación por tal evento (las sentencias)”, subrayó la fiscal durante la presentación de su informe de labores de 2016, transmitido en directo por la televisión gubernamental.
Comunidad internacional rechaza “autogolpe de Estado”
La decisión que el Tribunal Supremo de Justicia venezolano tomó el miércoles, de hacerse del control del Poder Legislativo (Asamblea Nacional) y quitar la inmunidad parlamentaria a los legisladores, mientras se mantenga el desacato del Legislativo, originado por la incorporación en la cámara de tres diputados de la región de Amazonas, que fueron cuestionados por el oficialismo, ha provocado una ola de protestas en el mundo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró preocupado por la situación, al tiempo que subrayó la importancia de la separación de poderes y el respeto del Estado de Derecho. Llamó al Gobierno de Nicolás Maduro y a la oposición a reactivar el diálogo.
Asimismo, la mayoría de los países de la región, empezando por México, y la Organización de Estados Americanos (OEA) expresaron también su preocupación por lo que consideran una vulneración de los principios democráticos. El propio Mercosur (
También, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Antonio Tajani, calificó “retroceso democrático” las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJV). Las medidas “van en contra de la democracia, violando la separación de poderes”, afirmó.
“El Parlamento Europeo apoya a la Asamblea Nacional, el único poder legitimado, y denuncia el autogolpe de Estado perpetrado por el régimen de Venezuela”, escribió en una carta enviada al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges.
En España, tanto el Gobierno como la mayoría de los partidos de la oposición piden al gobierno de Maduro que respete las leyes y la Constitución.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó que la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de dejar sin competencia a la Asamblea Nacional “rompe la democracia” en ese país sudamericano.
Francia, a través de su Cancillería, expresó su “gran preocupación” por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJV) de sustituir a la Asamblea Nacional, y llamó a Caracas a “garantizar” la separación de poderes en el país.
En el mensaje, la cancillería francesa subrayó que “la democracia y el Estado de derecho van de la mano con la separación de poderes”.
En México, el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Pablo Escudero Morales, respaldó la Declaración de México con la que exhorta a las autoridades venezolanas a reconocer la legitimidad de las decisiones de la Asamblea Nacional de Venezuela y celebrar elecciones en esa nación.
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