El consejo de estado de cuba convocó este miércoles a comicios generales para elegir a los delegados a las asambleas municipales y provinciales, y a los diputados a la asamblea nacional del poder popular. El proceso de elecciones concluirá en febrero de 2018 con la anunciada salida del presidente Raúl Castro del poder.
Las elecciones para seleccionar por el término de dos años y medio a los delegados a las asambleas municipales del poder popular se efectuarán el 22 de octubre de 2017 en primera vuelta, precisó una nota publicada en la versión digital del diario Granma.
La segunda vuelta será el 29 de octubre en aquellas circunscripciones en las que ninguno de los aspirantes obtenga más del 50 por ciento de los votos válidos emitidos.
El Consejo de Estado acordó dar inicio al mecanismo comicial que contempla inicialmente las elecciones de los representantes municipales para el 22 de octubre y como segundo paso las de los diputados nacionales de la Asamblea del Poder Popular, quienes en el modelo cubano son los responsables de elegir a un mandatario y a su vicepresidente.
Una pequeña nota en el periódico oficial Granma dio cuenta del llamado pero no especificó la fecha para la elección de los diputados nacionales del Parlamento unicameral.
Según la legislación cubana el mandato de los delegados municipales dura dos años y medio y el de los legisladores cinco.
El actual presidente reemplazó en 2006 a su hermano, el fallecido Fidel Castro, de manera interina y luego fue nombrado por una Asamblea de manera definitiva en 2008 y reelecto en 2013. Desde entonces insistió en que no aceptaría el cargo para un tercer periodo al fin del actual que debe concluir en febrero de 2018.
En el singular modelo cubano, pese a que no hay partidos inscriptos y las elecciones municipales son entre vecinos, en el nivel nacional las candidaturas se conforman mediante una comisión con el beneplácito del PCC o de muchas de sus organizaciones afines, lo que genera polémicas en torno al alcance democrático de las mismas.
Para el gobierno la asistencia a las urnas para votar entre vecinos o candidatos sin la existencia de la maquinaria clientelar partidaria o costosas campañas mediáticas es una fortaleza de la democracia participativa. Para los opositores esta forma impide un recambio en el proyecto de país pues incluso cuando los disidentes se presenten quedan excluidos.
Los legisladores no son profesionales o sea que permanecen en sus puestos de trabajo sin retribución por su tarea.
La isla se encuentra en medio de un proceso interno de reformas económicas impulsadas por Castro desde 2010 para lograr eficiencia y productividad y con su principal aliado Venezuela en crisis. Al mismo tiempo se esperan los anuncios que el presidente Donald Trump hará en relación con la nación caribeña luego del acercamiento promovido por su antecesor Barack Obama.
redaccion@yoinfluyo.com