Washington, 16 Jun (Notimex).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó hoy que se encuentra bajo investigación por haber despedido al director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, y volvió a deplorar lo que calificó como una cacería de brujas.
En una serie de mensajes en su cuenta de la red social Twitter, el mandatario pareció dirigir su crítica al subprocurador general de Justicia, Rod Rosenstein, quien supervisa la investigación que conduce el fiscal especial Robert Mueller III sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales.
“¡Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI, por el hombre que me dijo que despidiera al director del FBI! Cacería de brujas” dijo Trump, pareciendo aludir a Rosenstein, quien asumió esa responsabilidad luego que el procurador general Jeff Sessions se recusó de la investigación.
Cuando Trump anunció el despido de Comey en mayo pasado, la Casa Blanca dijo que el mandatario había actuado por recomendación de Rosenstein, e incluso difundió la carta que el ex fiscal federal escribió al respecto, aunque después se confirmó que la misiva fue hecha a petición de la casa presidencial.
Sin embargo, el propio Trump aseguró un día después en entrevista con la televisora CBS que él había decidido el despido de Comey, el cual caracterizó como inevitable, y no por las recomendaciones hechas por Rosenstein y Sessions.
Este miércoles el diario The Washington Post reveló que Mueller investiga al presidente por posible obstrucción de justicia en la pesquisa sobre posible colusión entre la campaña presidencial republicana y funcionarios de Rusia
Trump calificó la revelación como la mayor cacería en la historia política de Estados Unidos, rechazando que haya tratado de obstruir la justicia, e incluso pareció denostar el carácter de Mueller en su respuesta el jueves a través de su cuenta de Twitter.
“Ustedes están siendo testigos de la mayor CACERIA DE BRUJAS en la historia política estadounidense, dirigida por algunas conflictivas y muy malas personas!”, acusó.
La revelación motivó que el propio Rosenstein emitiera el jueves por la noche, y por primera vez desde que se iniciaron las filtraciones en torno a la investigación, una inusual nota de cautela sobre el contenido del reporte.
“Los estadunidenses deben tener cuidado antes de aceptar como verdaderas historias atribuidas a ‘funcionarios’ anónimos, sobre todo cuando no identifican al país -y menos aún a la rama o agencia gubernamental- con la que supuestamente están afiliadas las supuestas fuentes”, escribió en una breve declaración.
Este viernes el mandatario evidenció su frustración por las pesquisas sobre la injerencia rusa y la posible colusión con funcionarios de su campaña, al señalar que “después de siete meses de investigaciones y audiencias de comités sobre mi ‘colusión con los rusos’, nadie ha podido mostrar ninguna prueba. ¡Triste!”.
“La prensa falsa odia cuando uso lo que ha resultado ser mi muy potente red social -más de 100 millones de personas (seguidores)! Puedo eludirla”, dijo Trump, quien hasta ahora ha evitado responder de manera directa cuestionamientos en torno a la investigación, recurriendo para ello a Twitter.
La frustración de los periodistas asignados a la Casa Blanca por este hecho fue evidente el jueves cuando la vocera Sarah Sanders refirió todas las preguntas al respecto a la oficina del abogado personal de Trump, de Marc Kasowitz, pese a que el mandatario no ha tenido empacho en hablar de ello a través de Twitter.
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