El Departamento de Estado norteamericano publicó su informe anual sobre el terrorismo en el mundo en el que descartó que operen organizaciones extremistas en México, al tiempo que destacó la implementación del nuevo sistema de justicia acusatorio, el cual a pesar de los esfuerzos realizados, calculó que será hasta dentro de 10 o 15 años cuando permee en la cultura de la sociedad.
“La cooperación antiterrorista entre los gobiernos de México y los Estados Unidos se mantuvo firme. No existen organizaciones terroristas internacionales conocidas que operen en México, ninguna evidencia de que ningún grupo terrorista haya atacado ciudadanos estadounidenses en territorio mexicano y ninguna información creíble de que algún miembro de un grupo terrorista haya viajado por México para tener acceso a los Estados Unidos. En diciembre de 2016, funcionarios del gobierno mexicano observaron en las redes sociales un aumento de los simpatizantes del grupo terrorista en su territorio durante el año anterior. Los Gobiernos de México y los Estados Unidos están analizando esta información”, señala el documento.
Asimismo, agregó que el gobierno de México siguió trabajando para la plena implementación de un sistema de justicia acusatoria, con diferentes niveles de aplicación en los 32 estados de México. Todos los estados pasaron al nuevo sistema antes del plazo nacional de 18 de junio de 2016; Sin embargo, los expertos creen que la implementación total podría tomar una década o más a medida que México continúe sus esfuerzos para cambiar su cultura legal, sistema de escuelas de derecho, normas probatorias, salas de audiencias y entrenamiento policial. Los Estados Unidos continúan apoyando la transición a través de la Iniciativa Mérida”.
Menos terrorismo en 2016
Por otra parte, el informe señala que los ataques terroristas en 2016 se redujeron 9% a nivel global y las muertes provocadas por este fenómeno se redujeron 13% respecto a 2015.
En 2016 hubo ataques terroristas en 104 países del mundo, pero el 55% de ellos se concentraron en apenas cinco: Irak, Afganistán, Pakistán, India y Filipinas, mientras que el 75% de las muertes se produjeron en Irak, Afganistán, Pakistán, Siria y Nigeria.
Señaló que el Estado Islámico sigue siendo la amenaza terrorista más potente a la seguridad global, a pesar de que perdió territorio en Irak y Siria y se quedó en su punto más bajo en cuanto a fuerza en el campo de batalla desde al menos 2014.
Destacó que Irán continuó siendo el principal Estado patrocinador del terrorismo el año pasado. Acusó a la teocracia iraní de apoyar a grupos antiisraelíes así como a intermediarios que han desestabilizado los conflictos en Irak, Siria y Yemen.
Dentro del informe, el Departamento de Estado de EU, indica que existen vínculos entre el régimen militar de Nicolás Maduro y el grupo terrorista libanés Hezbollah. Agregó que Venezuela mantuvo un ambiente permisivo que permitió el apoyo de actividades “que beneficiaron a grupos terroristas”.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la organización terrorista española ETA son otros de los movimientos extremistas que recibieron el apoyo del gobierno chavista en los últimos años.
El gobierno estadounidense eliminó de este informe una referencia que venía haciendo desde hacía años a las guerrillas colombianas FARC y ELN como la principal amenaza terrorista en Latinoamérica.
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