A seis meses de que Donald Trump tomó las riendas de la presidencia de Estados Unidos, su popularidad ha ido cada vez más a la baja por escándalos políticos que entre otras cosas ha puesto en tela de juicio la metodología que utilizó para llegar a la Casa Blanca, con el presunto apoyo de rusos para golpear a su contrincante Hillary Clinton, además de que no ha podido cumplir muchas promesas de campaña como cambiar la ley de salud así como una nueva reforma fiscal.
Según un sondeo que la semana pasada dio a conocer la cadena ABC y The Washington Post, Trump obtuvo una aprobación de 36%, la más baja en casi 70 años comparada con el apoyo que tuvieron presidentes anteriores en sus primeros seis meses de mandato.
Además, apenas un 22% de ciudadanos de otros países tienen confianza en el liderazgo de Trump en asuntos internacionales, según un estudio del centro Pew elaborado con más de 40 mil entrevistas en 37 naciones.
Esa falta de confianza es resultado, en parte, de la filosofía nacionalista y proteccionista de Trump, cuya máxima de “poner a Estados Unidos primero” en cualquier circunstancia y relación contrasta con el multilateralismo que abanderaba Obama.
Durante los seis meses que ha estado al frente del gobierno de la Unión Americana, su estilo ha causado desazón tanto a nivel nacional como internacional por su agresividad, lo que en muchos casos incluso ha ocasionado que como presidente de la otrora nación más importante del mundo, haya perdido ese liderazgo, tal y como quedó claro en sus giras internacionales.
Asimismo, a tan solo medio año de su mandato el fantasma del impeachment o juicio político en el Congreso para destituirlo, ante sospechas de que el presidente intentó obstruir la justicia al presuntamente pedir en febrero al entonces director del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), James Comey, acabar con una indagatoria sobre los nexos entre su exconsejero de seguridad nacional y Rusia.
De manteles largos
Por otra parte, la Casa Blanca decidió no ahorrar ningún elogio en valorar los seis meses de Trump en el gobierno, especialmente el nombramiento del juez conservador Neil Gorsuch para la Corte Suprema, una decisión que podría tener influencias centrales en el país por décadas.
“El impacto del presidente Trump en la economía ha sido inmediato, impulsando la creación de empleos en todo el país”, destacó la Casa Blanca.
En apenas seis meses, Trump “llevó adelante acciones históricas para eliminar regulaciones que se interponen en el camino de los trabajadores estadounidenses”, agregó.
Con información de EFE y AFP
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