El Tribunal Constitucional de Chile aprobó la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales: riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación, ahora solo falta que la presidenta Michelle Bachelet, quien la impulsó desde su campaña, la declare ley.
Partidos opositores habían presentado un par de impugnaciones ante el Tribunal fin de que no pasara esta ley. Con un voto de seis ministros en contra de cuatro fueron desechados los dos requerimientos en contra del aborto que presentaron diputados y senadores del partido Chile Vamos.
En cuanto a la impugnación del estatuto de la objeción de conciencia, se acogió por ocho votos contra dos.
Las dos caras
Verónica Hoffmann, directora ejecutiva de la Fundación Chile Unido (que acompaña y contiene a muchas mujeres que piensan abortar), aseguró que “esto deja sola a la mujer, deja sola el puerperio y gestación y no resuelve la vulnerabilidad de la mujer”.
Por otra parte, quienes apoyan el aborto desde la Mesa de Acción por el Aborto en Chile afirmaron que “este es un hito histórico que responde a la lucha de las feministas, de las mujeres y de las organizaciones de derechos humanos”.
Sin embargo, advirtieron que “la lucha no se termina aquí, falta el reconocimiento de la dignidad de las mujeres y, por lo tanto, su posibilidad de decidir cuando ella así lo considere”.
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