La trata de personas es uno de los fenómenos que más daña al tejido social de cualquier país. En México a pesar de realizarse importantes esfuerzos para prevenir, combatir y castigar este delito, la efectividad al respecto es poca debido a la falta de coordinación entre las distintas instancias.
Para luchar contra la trata de personas a nivel internacional, México se adhirió al Protocolo de Palermo, además de que se han hecho esfuerzos en los tres niveles de gobierno para atacar este mal social, sin embargo se requiere mejorar la legislación así como la impartición de justicia al respecto.
El reto es mayúsculo, se necesita un compromiso real tanto de las autoridades como de la ciudadanía para evitar que más personas caigan en las garras de los tratantes de personas, así como para rescatar a las víctimas y ayudarlas a reinsertarse en la sociedad
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