En México, de acuerdo con la última Encuesta de 2015 realizada por el INEGI, arrojó que existen cerca de 12 millones de personas que superan los 65 años de edad, de los cuales la mitad vive en situación de pobreza; una de cada 4 tiene carencias alimentarias y el 60% vive en rezago educativo. Pero existen opciones que pueden ayudar a este segmento de la población, por eso hoy te hablaré de Los Asilos como una opción de ayuda a las familias.
Según los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010, elaborada por el Conapred, en nuestro país el 27.9% de las personas mayores de 60 años han sentido alguna vez que sus derechos no han sido respetados por su edad. Por otro lado durante esta etapa, llega la enfermedad, el andar se hace lento por problemas físicos o discapacidad, inicia la dependencia para comer, vestirse o asearse y la productividad disminuye, esto ha ocasionado que un gran porcentaje de ancianos sean abandonados en los asilos, en los hospitales y en el peor de los casos en la calle. Aunque el objetivo de estos centros de internamiento es apoyar en el cuidado de nuestros ancianos, en muchas ocasiones los familiares los ven como un lugar para deshacerse de quien en su momento les cuidó en otras etapas de su vida.
De acuerdo a la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal, existen registradas 500 instituciones, de las cuales, únicamente 44 se dedican a la atención de adultos mayores y según cifras de la JAPDF el 30% de los adultos mayores viven solos y no cuentan con seguridad social. Esto se convierte en una problemática que hay que atender desde el gobierno.
Las casas de reposo y asilos pueden llegar a ser de gran ayuda para la familia cuando, por sus ocupaciones, no hay quien este al pendiente del cuidado de sus padres o abuelos, pero de ninguna manera se debe tomar como una opción para abandonarlos. Muchos de los adultos mayores llegan a los asilos engañados con falsas promesas o en contra de su voluntad, siendo olvidados y abandonados por su propia familia.
Existen varios esquemas de internamiento, los cuales dependen de la movilidad de la persona. Una opción es que los fines de semana se puedan visitar o llevarlos a casa para convivir en familia. Otra opción son los “cuidados de día”, algo semejante a una guardería, en la que al final del día, los familiares recogen a sus ancianos y los llevan a casa. Esto favorece la convivencia entre abuelos y nietos que tiene un alto valor educativo.
No olvidemos que ellos dieron todo lo que podían a sus hijos y ahora es tiempo de agradecerles con atención, cariño y no hacerlos sentir como un estorbo o una carga. Las casas de reposo y acilos pueden llegar a ser un apoyo para la familia cuando no hay quien este al pendiente del cuidado de ellos, pero de ninguna manera se debe tomar como opciones para abandonar y olvidar a los ancianos.
Es necesario que nos concienticemos que los adultos mayores necesitan que se les dedique tiempo en familia y no hacerlos sentir como un estorbo o una carga familiar. Porque en la familia, está la solución.
redaccion@yoinfluyo.com
contacto@redfamilia.org
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com