En todas las sociedades del mundo, desafortunadamente existen personas que están privadas de su libertad por diferentes razones y algunas de ellas son madres o padres solos con sus hijos o peor aún, niños que se quedan solos sin que nadie se haga cargo de ellos. ¿Pero cómo es el panorama actual y cómo enfrentarlo?
Uno de los problemas sociales que desafortunadamente está presente en muchos países, es que no existen protocolos de seguimiento de cómo tratar a los niños al momento en que arrestan a sus padres, cómo mantener los lazos familiares durante el encarcelamiento y cómo dar un puntual seguimiento al desarrollo psicosocial del niño durante la ausencia de sus padres.
Es posible que una madre o un padre sean culpables de un delito, pero su hijo siempre es inocente. Sin embargo, también a los hijos se les castiga de una forma u otra, al permanecer con sus madres en prisión o cuando viven separados con familiares o padres adoptivos en el mejor de los casos.
Los niños, niñas y adolescentes que están seguros de la inocencia de sus padres y que han sido presos por una situación injusta, no tienen problema en hablarlo y manifestar sus emociones con respecto al tema, pero si los padres son culpables del delito, el niño puede decidir permanecer en silencio, no hablarlo y a la larga puede presentar algún tipo de trastorno de conducta.
Lo ideal sería que estos pequeños, tuvieran acompañamiento profesional para dar una buena contención emocional para ayudarles a entender y aceptar la situación familiar que está viviendo. Por otro lado, existen también los niños que nacieron y han pasado los primeros años de su vida en prisión a lado de su madre y cuando llegan a cierta edad, tendrán que separarse de ella para ser integrados a un nuevo hogar.
Al igual que los niños, los padres también sufren la separación de sus hijos; en muchas ocasiones, cuando salen de prisión quieren recuperar el tiempo perdido de convivencia y les cuesta trabajo aceptar que sus hijos han crecido sin ellos y que por supuesto han creado vínculos afectivos con las personas que los cuidaron durante este tiempo.
Es importante tomar en cuenta que los hijos de las personas que están en prisión son los menos culpables de la situación, en Red Familia queremos darte algunas recomendaciones que podrían ser de utilidad en caso de tener cerca una situación similar:
1. Hablar con la verdad a los niños, ayudara a que puedan entender lo que sucede con sus padres.
2. Evitar manifestar en público de manera innecesaria la situación de sus padres. Esto evitará que el niño sea víctima de burlas o comentarios negativos por parte de vecinos, compañeros y otras personas conocidas.
3. Buscar ayuda profesional será una buena opción para lograr restablecer los vínculos emocionales tanto al momento de la separación como a lo largo de la reclusión y finalmente al momento del reencuentro.
Sabemos que existen muchas familias que atraviesan por situaciones adversas y que se ven en la necesidad de vivir separadas, sin embargo el apoyo de la amplia red familiar como lo son los tíos, primos y abuelos es fundamental para salir adelante porque con solidaridad en la familia, está la solución.
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