México ocupa el primer lugar mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios en menores de 14 años, informó la organización Save de Children, utilizando datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En el año 2013, fueron ubicadas alrededor de 12 mil cuentas en internet con contenido de explotación infantil, este delito se ha ubicado en el tercer lugar entre los delitos cibernéticos, solo detrás de las amenazas y los fraudes.
Además, se detectaron 4 mil sitios de pornografía infantil en México en poco más cinco años. Se calcula que 80 mil pequeños son utilizados para este delito en México, el cual es considerado el segundo con mayor producción de este tipo de material a nivel mundial.
Estos y otros delitos mantienen un panorama delictivo muy agresivo contra la infancia en México, por ejemplo el delito de trata cuyas victimas son niños subió 56.8% entre 2011 y 2015.
Las conductas antes descritas, en muchas ocasiones tiene como origen el llamado Grooming, aquella comunicación por vía remota en la que por medio del engaño o de promesas, un adultos establece relación con un menor para hacerlo víctima de algún tipo de delito, ya como los señalados o en otras conductas que dañen su desarrollo, es por ello que la institución Save the Children está muy interesada en que está práctica se sanciones legalmente.
Por otro lado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ha reportado que 10.1% de los estudiantes de secundaria han sido agredidos en la escuela; además el 5.5% de los menores sufrieron violencia sexual y 16.6% fueron violentados emocionalmente, según lo manifestó la Titular de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California, Melba Olvera, en el Foro “Derechos de los Niñas, Niños y Adolescentes” realizado por esta Comisión y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, informó el medio local, El Vigía, en su versión digital.
Estos datos hacen urgente tomar acciones para proteger a la infancia en nuestro país, de una serie abusos en los que los pequeños son las víctimas, no obstante mucho de la prevención pasar por el hecho de que existan familias fuertes e integradas, así como políticas públicas que protejan a la niñez.
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