México; educación, des-educación

¿Educación… o des-educación?

Mucho se habla sobre la necesidad de darle atención a la educaicón. En México se aprueba una reforma educativa, como algo muy importante, inclusive ante la oposición a ella que realiza en forma rabiosa un sector de maestros, se insiste que no habrá marcha atrás.



¡Y sí! la educación es de lo más importante, porque de ella depende el progreso y el futuro de un país. Pero en todo el mundo, en México inclusive ya hace más, se ha desterrado a Dios de la vida pública, no sólo de la educación. Y a lo que llaman educación actualmente, no es más que una simple instrucción, en la que no se le da importancia a los valores, ni qué decir que está prohibido ni siquiera mencionar a Dios. Por eso estamos como estamos. Sin valores, se ha enseñoreado la corrupción, la mentira y la calumnia en la vida pública, y de la privada en gran parte.

¡Ser o no ser!, decía Shakespeare. Esa es la cuestión. ¡Educar… o Des-educar! Salir adelante… o retroceder. No hay otra, aquí no hay medias tintas.

En la política prevalece el sistema del hueso (de la corrupción) y no hay político, como decía Obregón, que aguante un cañonazo de 50 mil pesos. Por eso están dispuestos a vender su alma al diablo, o en otras palabras, dejarse comprar por el mejor postor, que por supuesto es la mafia de izquierda, la mafia de empresarios sin conciencia (petrolera, de comercio y venta de armas, farmacéutica, etc.), la mafia de narcotraficantes y otras. Todas interesadas exclusivamente en ganar dinero y afianzar poder, muchas además instigadas por su odio a la obra de Dios, la cultura de la vida y del amor, la que por supuesto no tiene dinero para comprar conciencias, y por principio tampoco lo haría, por lo cual ciertamente estaría en desventaja.

Viendo el peligro que amenaza al mundo en forma creciente, Ángela Merkel, la Canciller de Alemania, ya la he citado antes, dijo muy convencida: “Si Europa quiere salvarse, tiene que regresar a sus orígenes, a sus raíces cristianas, a Cristo, a leer la Biblia”. Esto puede referirse a todo el mundo. Y Anna Graham, hija de uno de los hombres más ricos del mundo (Billy Graham), también se refirió al tan grave problema socio-político, de seguridad, de violencia, de desintegración familiar, de pobreza, de hambre ( en estos momentos, hambruna en Sudan, Etiopia, Abisinia, etc.), tantos otros problemas, y no al último el más importante de todos: el problema del medio ambiente, diciendo: “¿Cómo queremos que Dios, que es “todo un caballero”, se meta en nuestras vidas, si nosotros lo hemos sacado de ellas?”

¿Y cómo queremos resolver todos esos muy graves problemas, si la cultura de la muerte está empeñada en que vivamos según lo que pretenden sus seguidores y que utilizan todos los medios posibles para imponerla?

Aprovechan el ego (primero yo, después yo y siempre yo) que existe en todo ser humano, y que si no hay una educación adecuada, se impone en cada uno. Precisamente por eso la Izquierda descarada o camuflada y las otras mafias, se empeñan en sólo dar instrucción, en vez de dar una verdadera educación, basada en valores, escudándose en un falso laicismo, para mediante la corrupción controlar a la sociedad.

El ego desbocado lleva al hombre a las peores aberraciones, como asesinar sin misericordia ni clemencia a inocentes e indefensos angelitos en el vientre de su madre, o dejar morir de hambre a ancianos, pequeñuelos, hombres y mujeres, como es el caso de los países citados, provocar guerras que no terminan, apoyando al Estado Islámico, siendo causa de la persecución, martirio y muerte de muchísimos cristianos; y tantos otros casos, solamente porque eso conviene a sus intereses económicos.

De qué sirve que promulguen leyes de transparencia (anticorrupción), si el sistema que lo promulga es un sistema totalmente corrupto. Si ya de antemano saben cómo darle la vuelta, como lo han hecho siempre, siguiendo disfrutando de sus inmoralidades. Hacen que hacen sólo para taparle el ojo al macho, engañando a los ingenuos que todavía como se dice creen en lo Santos Reyes.

Si logramos, en la forma que sea, que nuestros peques, desde maternal, kínder, primaria, secundaria, preparatoria se impregnen de valores, que se sepan valorar y valorar a los demás, que valoren a la familia, a la sociedad, a su Patria y a Dios, habremos asegurado el éxito.

De seguro que no es fácil. De los mismos colegios particulares, que a pesar de las leyes negativas se esfuerzan en inculcar valores a los alumnos, muchos, al salir de los colegios, no resisten la contaminación del ambiente público. Y en los centros de estudios superiores particulares y públicos (universidades y tecnológicos) lo que les preocupa es que salgan profesionistas enfocados a la producción y a dar resultados, sin importarles que estén firmes en sus principios y convicciones, si es que los llegaron a tener.

Vamos contra-corriente. Pero quién dijo que es fácil lo que vale la pena. A mis hijos siempre les he insistido en: “Lo que haces es porque vale la pena hacerlo, y si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo bien”.  No sé cómo, pero de que ¡se puede, se puede! Dios ya nos inspirara de cómo hacerlo. Lo único es que no cejemos en nuestro propósito.

“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida”.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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