Cada amanecer en el que se admira como se va tiñendo el cielo de rojo encendido y luego de un dorado luminoso en una maravillosa alborada, hasta el momento en que el sol acaba con las sombras de la noche, es un nuevo milagro de Dios, que tenemos la dicha de poder admirar cada día en toda su belleza. Muchos por estar enfrascados y presos de su rutina no se dan cuenta de la belleza de la naturaleza que les rodea, ni saben apreciarla.
La vida sobre nuestro planeta en sí, es un gran milagro, esa vida que subsiste gracias al calor que el sol nos proporciona cada día en una forma exacta y precisa, que no falla por ningún concepto. Así cada noche que sigue al día y cada estación del año que sigue a la anterior van cambiando las condiciones ambientales. Hay frío y hay calor, se nubla y llueve o nieva, hay marea alta o baja, pero las condiciones de vida son las que requieren las diferentes especies de la fauna o de la flora según la latitud en que se encuentren. Todo funciona perfectamente como relojito suizo.
¿Podemos referirlo a la casualidad o hay una mente superior que dispuso todo eso en forma tan maravillosa? ¿Cómo es posible que todo esté previsto para que funcione sin fallar ni una sola vez?
Ver el vuelo majestuoso y sereno del cóndor muy arriba de las profundidades rodeadas por escarpados picachos coronados de nieve, allá donde a un costado de la montaña más alta de América el Aconcagua, se hiergue altivo el Cristo de los Andes, que vela por la paz entre pueblos hermanos o bien admirar el vuelo tranquilo del Águila Real sin mover sus tremendas alas siquiera, el de nuestra bandera, la más hermosa del mundo (según encuesta mundial), que ya casi no se puede contemplar en el altiplano, a pesar que muy cerca de la ciudad de Puebla haya un poblado con el nombre de Cuahutinchan (Nido de Águilas). Es igual de maravilloso que ver a un grupo de gansos salvajes volar en forma de cuña para aprovechar al máximo la propiedad aerodinámica de esa formación si habérselos enseñado nadie, o ver como las hormiguitas hacendosas caminan incansables cargando entre varias hacia su hormiguero, una pieza mucho más grande que todas ellas juntas. Todo en si en la naturaleza, en la creación es un milagro.
Se puede pensar en estas u otras maravillas de la vida en la naturaleza y no acabar nunca de enunciar todo lo extraordinario que es. La función del Ciclo Hidrológico, la de los bosques en la regulación del clima y la precipitación pluvial, así como en el enriquecimiento de los acuíferos y la formación de causes continuos, el absorber el CO2 y soltar oxígeno puro. El maravilloso equilibrio ecológico en los diferente hábitats, entre las especies de la flora y de la fauna.
Y más allá están los fenómenos naturales, como el de la máxima expresión de la fuerza de la naturaleza: los huracanes o los fríos tan intensos que en los árticos, que llegan a congelar el mar a tal grado que los barcos atrapados quedan varados sin que sus potentes maquinaria sean capaces de moverlos un centímetro siquiera.
Pues para demostrar que Dios está sobre todo, está el muy señalado Milagro Empel en los Países bajos en 1585, entre otros muchos, que dio lugar a que primero los famosos Tercios españoles y luego la Infantería Española nombraran a la Inmaculada Concepción como su patrona, y que Su Santidad Pio IX, tres siglos después declara precisamente el 8 de diciembre el Dogma de la Inmaculada Concepción y señalara para su festividad ese día, la que acabamos de celebrar.
El ejército holandés tenia cercado en Flandes a un contingente de los temibles Tercios españoles, que quedaron aisladas en el cerro de Empel de la Isla de Bommel, al abrir los holandeses las compuertas de los ríos Mosa y Waal. El Almirante holandés Holak al ver la situación desesperada de los Tercios, para no perder más hombres, propuso un rendimiento honroso sin prisioneros, ni entrega de armas y estandartes, pero la respuesta de Bobadilla fue que tendrían la rendición solo después de haber muerto el último español.
Un soldado español escavando una trinchera encontró un cuadro de la Inmaculada de colores vivos pintado recientemente, llamo a sus compañeros. Todo el Tercio viendo esto como una señal divina se puso a rezar y encomendarse a la Santísima Virgen. En la noche, los holandeses esperaban que a la mañana acabarían con el tercio, soplo un viento helado congelando los dos ríos. De madrugada los hombres del Tercio viendo que podían caminar sobre las aguas congeladas se lanzaron sobre los barcos holandeses y al último sobre el fuerte. La derrota inminente se había convertido en una victoria tal, que Holak pronunció una frase que hizo historia: “Tal parece que Dios es español, para obrar tan grande milagro.” El instituto holandés de meteorología hizo estudios meticulosos sobre el acontecimiento, llegando a la conclusión que ese hecho de congelarse el agua de los ríos en esa noche no pudo haber sido natural.
Dios es el único amo y señor sobre la vida y la naturaleza. El hombre no tiene derecho a pasar sobre las leyes de la naturaleza y menos sobre la Ley de Dios. No puede con argumentos ridículos imponer leyes que vayan contra la naturaleza, ni puede como pretenden las izquierdas (masonería) instituir la Ideología de Genero, yendo contra la vida, la familia y la libertad religiosa. Pobres cretinos, más les valiera “que hubieran abortado sus madres”, lo quieren que hagan las joencitas, a tener en su momento que enfrentarse a la ira de Dios y pasar una eternidad en el infierno, que existe aunque muchos lo nieguen.
La creación funcionara bien, solamente sin no vamos contra las leyes instituidas por Dios, debiendo considerar que la humanidad es parte de esa creación y que por lo tanto tiene forzosamente, para poder superar todos nuestros graves problemas, que regir nuestras vidas y leyes por la cultura de la vida y del amor, que es la enseñanza de Nuestros Señor.
“Donde hay bosques hay agua y aire puro; donde hay agua y aire puro hay vida.”
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