México, 8 Mar (Notimex).- Para atacar de manera eficiente el fenómeno de la delincuencia en México, se requieren estudios a fondo sobre aspectos sociológicos, psicológicos, económicos e incluso históricos, aseveró la catedrática Sofía Cobo Téllez.
La investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) también consideró que las políticas públicas del combate a la inseguridad y la delincuencia identifican el fenómeno en una sola vertiente, que es la comisión de los delitos.
En la presentación del libro denominado “Cartografía de la Delincuencia en el Estado de Puebla”, estimó que hace falta realizar dichos estudios a fondo, a fin de conocer los demás componentes del problema y saber qué medidas tomar.
Refirió que los aspectos sociológicos, psicológicos, económicos e históricos forman parte de las variantes que dan como resultado la actividad delincuencial.
A ello, dijo, se suman, de manera muy recurrente, problemas de salud pública por el consumo de drogas y alcohol, que aumentan las probabilidades de ejercer conductas ilegales prevenibles, si se construyen estrategias multifactoriales.
Insistió en que para que este fenómeno pueda atacarse de manera eficiente, es necesario reconocer que es producto de varios factores que se relacionan entre sí y no únicamente actuar de forma reactiva a sus consecuencias.
A su vez, Luis Alejandro Durán Cerón, uno de los coautores del libro, comentó que estudiar el fenómeno delincuencial en Puebla los llevó a establecer tres regiones distintas: norte, centro y parte del sur, por la diferencia en las formas de delinquir.
Detalló que en el centro son de tipo patrimonial y económico, mientras que en la zona norte se presentan delitos como el homicidio y de carácter sexual, dado el predominio de población indígena.
Mientras que en el sur, donde la mayoría de los hombres se van a trabajar a Estados Unidos, las conductas delictivas tienen que ver con problemas personales y sociales, añadió.
La también coautora del libro, Raquel Avendaño Fernández, habló sobre las consecuencias que se generan ante el ingreso de una persona a prisión, las cuales se reflejan principalmente en la familia.
Consideró que lo anterior puede sumarse como un factor, para que el problema delincuencial se extienda a otros integrantes de ese núcleo familiar o bien, terminar con su rompimiento.
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