Carta de una ama de casa a sus representantes

Nuestros diputados nos han querido aclarar (de manera muy desafortunada) que invierten más de su bolsa de lo que ganan. Por eso “no les alcanza”.



La primera regla de economía nos dice: “Gasta lo que tienes y ahorra”. Es lo que hacemos las amas de casa: tenemos una entrada, y con base en eso, organizamos los gastos: super, luz, gasolina, ropa, colegiatura, y si sobra: cine, tacos…

Y así es como movemos a la economía del país… Si baja nuestro ingreso, no vamos al cine, no compramos ropa, recortamos al jardinero… y las tiendas venden menos y tienen que recortar empleados, incluso pagamos menos luz y menos impuestos… ¡Es un retroceso!

Los diputados deben acatar esta misma regla: “Gasta lo que tienes” ¡y gástalo bien! ¡En lo importante! ¡Andan legislando por la “eutanasia”! Si en verdad les importara el buen morir, procurarían una mejor atención en salud pública. ¡Se les mueren en la sala de espera! ¡O esperando fecha de operación! Y nos costó varias sesiones en el Congreso el análisis del “buen morir”.

Si no les alcanza para viajes, ¡no viajen! Sirve que se quedan en su estado para ver cómo están las cosas. Si no les alcanza para la gasolina, ¡súbanse al camión! Y checan si en verdad el servicio es digno. Y para el celular hay planes de $200 pesos…

Si el que los contrata no tiene para pagar altos sueldos (por más justos que pudieran ser), no los paga. Nosotros, los que les pagamos, NO TENEMOS para pagarles esas cantidades.

Ser diputado o senador o juez o presidente municipal o gobernador… es un cargo de honor y servicio público. Si lo que desean es hacer dinero, abran un negocio (sí, y paguen impuestos, gasolina y Seguro Social).

Señores diputados:

¡Qué pena que no lo vean y se los tengan que decir. Un mitin en el Zócalo de diputados enojados porque no les alcanza su sueldo, no paraliza a la nación. La muestra de millones de ciudadanos molestos, sí (pero insisten en gobernar para las minorías).

En época de austeridad uno gasta sólo en lo más importante y se aprieta el cinturón, sin llorar, con elegancia.

@yoinfluyo

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* Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen necesariamente la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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