Se equivocó Trump si creyó que todo era miel sobre hojuelas y podría gobernar Estados Unidos a su gusto, con puntadas para favorecer sus negocios y los de su camarilla; ya se ha dado varios trompicones y avanzan las indagaciones de sus nexos con Vladimir Putin por espiar la campaña demócrata y concretamente a Hillary Clinton.
El Congreso citó a varios funcionarios por haberse reunido con políticos rusos durante la campaña de Trump, entre ellos, al yerno Jared Kushner, amigo de Luis Videgaray, que borró todos sus tuiters de la campaña.
Los trumpistas se defienden como gatos boca arriba ante el anuncio de “The Washington Post” de que Sally Yates, ex fiscal federal, sería citada por el Departamento de Justicia para testificar sobre los vínculos con Rusia; la Casa Blanca logró impedirlo.
El ex vicepresidente republicano Dick Cheney, de George W. Bush, soltó en un discurso en Nueva Delhi: “Hubo un esfuerzo muy importante de Putin para interferir en nuestros procesos democráticos… En algunos lugares eso sería considerado un acto de guerra”.
Mientras el FBI indaga si Rusia trató de influir en el resultado de la elección de Trump.
Éste fracasó al intentar anular el Obamacare; diputados republicanos votaron en contra, pues dejaría a 26 millones de los gringos más pobres sin atención médica por ayudar a las compañías de seguros, de las que no sería raro que el déspota fuera socio.
Ya provocó una coalición de estados de Nueva York, California, Connecticut, Washington y el Distrito de Columbia por ordenar anular el Plan de Energía Limpia de Obama para favorecer el consumo de combustibles fósiles, que aumentarán el sobrecalentamiento global, y desató censuras de otros países y de la Unión Europea.
Aunque amenazó retirarles fondos federales, 16 ciudades se declararon “santuarios” de los migrantes: Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Las Vegas, Tuckson, Seattle y demás.
Al liberar en Seattle al dreamer mexicano Daniel Ramírez Medina, arrestaron a otro y hay al menos 22 mil migrantes paisanos encarcelados en EU.
Ante la campaña de terror del fascista contra los indocumentados, sería bueno imitar a los británicos que tras los hechos criminales islámicos ante el Parlamento, en el Palacio de Westminster, respondieron con hacerse más presentes, según la incitación de la primera ministra Theresa May, con “un millón de actos de normalidad”.
El presupuesto trumpiano, empantanado en el Congreso: pide 33 mil millones más para la Defensa y recorta 18 mil para dedicarlos al muro fronterizo; eso implicaría quitar 1,200 a la investigación de los Institutos Nacionales de Salud (él, un patán), 1,500 al Programa de Ayuda Comunitaria (los pobres, al diablo) y 500 a subsidios al transporte.
Los frentazos obligaron a Trump proponer cambios mínimos al TLC. Según un borrador enviado al Congreso, que publicó “The Wall Street Journal”, uno de los importantes es permitir a los países firmantes aplicar impuestos a las importaciones foráneas cuando dañen su economía.
El PRI-Gobierno está asustado
El gobierno peñista está asustado por la posibilidad de perder la elección en el Estado de México, donde se registraron 8 candidatos a gobernador, 3 de ellos independientes, como el priista Isidro Pastor, que será palero para endosarle sus votantes a Alfredo del Mazo Maza.
Aunque éste tiene empate técnico con Josefina Vázquez Mota (PAN) y Delfina Gómez (Morena), el gobierno soltó una andanada de golpes a López Obrador, porque puntea para presidente. Aprovechó la Convención Bancaria para ello y los secretarios Osorio Chong, Videgaray, Nuño Mayer y Meade Kuribreña, y un general de la Secretaría de la Defensa lo condenaron por populista. Hasta Peña Nieto afirmó que quienes denigran a los militares, denigran a México.
Eso favorece a López Obrador, que se hizo víctima y respondió que están nerviosos porque puntea en las encuestas presidenciales, y añadió: “El presidente Peña Nieto y sus ayudantes quieren confrontarme con el Ejército, ¿qué les digo?, que se serenen, los soldados son pueblo uniformado”. Aprovechó para prometer que, si llega a presidente, les aumentará el sueldo y jamás los enviará a atacar al pueblo.
Del Mazo negó que haya guerra sucia; Josefina y Delfina Gómez pidieron frenar la “elección de Estado”, pues en los últimos 6 meses secretarios del gabinete de Peña y de Eruviel han ido 100 veces el estado a donar obsequios y tarjetas con dinero; Meade entregó en Ecatepec, la tierra del gobernador, ahorros no recogidos del SAR, por primera vez en el país.
El líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, cantinfleo, atacó al Peje y a Josefina, y vaticinó que su partido ganará 4 elecciones el 4 de junio: Edomex, Coahuila y Nayarit para gobernador y Veracruz, de ayuntamientos. No recordó que su antecesor Beltrones también prometió ganar el pasado 5 de junio 9 de 12 comicios y perdió 5 gubernaturas muy importantes, que le costaron la renuncia.
Otro funcionario narco del PRI
Para ayudar al PRI, el procurador de Nayarit, Edgar Veytia Cambero, fue detenido en San Diego, California, acusado de amasar una fortuna de 250 millones de dólares por narco.
El gobernador priista Roberto Sandoval dijo que Veytia Cambero (que hace dos semanas organizó la Conferencia Nacional de Procuradores de Justicia) estaba limpio y cumplía sus funciones. Difundida profusamente, la noticia afectará al candidato del PRI a gobernador, Manuel Cota.
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