Beirut (Agencia Fides) – La condición y el destino futuro de las comunidades cristianas de Medio Oriente siguen siendo el centro de diferentes enfoques y controversias geopolíticas implementadas por líderes políticos de importancia internacional.
Así, por ejemplo, en una extensa entrevista publicada recientemente por el diario libanés L’Orient-Le Jour, el ex ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, candidato “independiente” en las próximas elecciones presidenciales en Francia, rechaza la idea de que la permanencia en el poder del Presidente sirio Bashar al-Assad sea un “acto necesario” para garantizar la supervivencia de las comunidades cristianas en Siria.
Las palabras de Macron son una respuesta directa a algunas declaraciones de François Fillon, que salió como ganador de las elecciones primarias para la candidatura presidencial por el centro-derecha en Francia, quien el pasado mes de noviembre en un debate antes de la etapa final de las primarias, presentó la permanencia de Assad en el poder como un factor necesario para garantizar la supervivencia de las comunidades cristianas en Siria, argumentando que si en lugar del actual régimen sirio, “los sunitas llegan al poder, para los cristianos hay dos opciones: o las maletas o el ataúd”.
Por su parte, el miércoles 25 de enero, el ministro del Exterior ruso, Sergej Lavrov, volvió a hacer juicios, de carácter geopolítico, tomando como ejemplo la difícil situación de los cristianos en Medio Oriente. En su intervención en la Conferencia Internacional de Navidad sobre la Educación, en el Kremlin, el estrecho colaborador de Putin hizo referencia a la alarma y a la preocupación causada en Medio Oriente por los “crueles sufrimientos” y la “destrucción deliberada” infligida a las comunidades cristianas de la región, ante la indiferencia de la Unión Europea, escudándose “bajo la infame máscara de lo ‘políticamente correcto”.
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