Fomenta momentos de encuentro con tu familia para lograr cercanía y un ambiente familiar en donde todos se sientan escuchados y respaldados.
Sabemos que muchas veces la falta de comunicación en las familias puede llegar a crear conflictos y lejanía entre sus miembros. Existen algunas actividades que pueden ayudar a mejorar el diálogo en una familiar y entre ellas están las “reuniones familiares”. Algunas las llaman “consejo familiar”, “tertulia” “noche familiar” o simplemente “juntarse”… y suele ser un signo de una familia fuerte y que se apoyan entre sí.
Las reuniones familiares son una manera muy efectiva de manejar temas sensibles, necesidades y las ajetreadas agendas familiares de la actualidad. Son valiosas para familias que a menudo tienen que hacer elecciones difíciles y son una gran alternativa para la “crianza espontánea”.
Estas reuniones también se convierten en parte de la tradición familiar “la manera en que nuestra familia hace las cosas”. ¡Hoy te compartimos algunas claves para comenzar a organizarlas en tu familia!
¿Cómo, cuándo y dónde?
Hora y lugar: Dialoguen con todos los miembros de la familia sobre el mejor momento y
el lugar para la reunión. Un momento que se suele seleccionar es el domingo o un lunes
en la tarde o por la noche, porque es el inicio de la semana y se pueden planear las
actividades próximas. Pueden ser reuniones de 15 o 30 min o de hasta 1 hora, eso es decisión de ustedes.
Uno de los mejores lugares para la reunión es la cocina o la mesa del comedor si todos los miembros de la familia pueden sentarse.
Asistentes: Todas las personas que viven en la casa, quienes se consideran a
sí mismos/as como una familia y tienen parte en las decisiones que afectan diariamente a
la vida familiar, deberían asistir a las reuniones familiares. Algunos miembros de la familia
quizás escojan no asistir o sientan que una reunión familiar no es una buena idea. Incluso si solamente dos personas de la familia desean tener la reunión, téngala. El resto tal vez
cambie de opinión una vez que vean las ventajas de las reuniones.
Líder: Escojan a una persona que lidere la reunión. La responsabilidad puede ser fija o se puede ir rotando. Quien presida comienza la reunión, dirige el diálogo hacia cada parte de la reunión, y da la palabra a los miembros de la familia para que hablen. La o el presidente se asegura de que al tratar asuntos delicados la opinión de cada persona sea escuchada.
¿Que incluir en tus reuniones familiares?
1. Cumplidos: Recuerden algún momento divertido que pasaron juntos esa semana o vivió alguno de los miembros de la familia, den las gracias por la ayuda, mencionen talentos especiales o reconozcan las nuevas destrezas aprendidas. Esto dará a la reunión familiar un buen comienzo.
2. Calendarios o programación del tiempo: Tengan sus calendarios individuales o uno solo por familia puesto en la puerta del refrigerador. Expresen lo que necesiten hacer o tener preparado para cada día de la semana entrante.
Dialoguen acerca de conflictos y planes y hagan arreglos para ayudarse mutuamente como en coordinar el transporte, el cuidado de las y los niños u otras cosas que puedan facilitar la logística esa semana.
3. Asuntos familiares: Dialoguen acerca de los asuntos familiares que no se solucionaron desde la última reunión y nuevos temas. Estos asuntos son cualquier cosa que requiera la decisión de padre y madre. ¿Algo que se quiera/necesite arreglar o comprar? ¿Algún permiso o tema delicado que tratar? ¿Algunas tareas que no se han cumplido? Este es el momento de platicarlo.
4. Refrigerio familiar: La reunión familiar debería finalizar con buenos sentimientos, con un juego familiar, una actividad que toda la familia disfrute o un postre. Esto promueve la motivación para iniciar la semana de buena manera.
Estas son solo algunas ideas que pueden enriquecer tus reuniones familiares; sin embargo, lo importante es que cada familia la adapte según sus preferencias y tradiciones. ¡Haz la prueba! Fomenta estos momentos de encuentro con tu familia para lograr cercanía y un ambiente familiar en donde todos se sientan escuchados y respaldados.
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