Se denomina “niños invisibles” a los menores que nacen en la cárcel pues sus madres están embarazadas cuando entran al sistema penitenciario.
En las cárceles hay menores, no se trata de menores infractores sino de niños, niñas y bebés que están ahí porque sus madres estaban embarazadas cuando entraron en el centro penitenciario. Estos pequeños son conocidos como “niños invisibles” pues su situación pasa desapercibida, a veces, incluso para el Estado.
Situaciones retadoras
Fue apenas en 2017 que se reglamentó vía la Ley Nacional de Ejecución Penal el tiempo y las condiciones en que los menores pueden estar con sus mamás. Al cumplir tres años, los niños y niñas ya no pueden continuar y enfrentan una serie de retos muy particulares.
Los menores a esa edad quizá no tienen una comprensión muy completa de la situación de sus mamás, pero independientemente de ellas cumplan su deuda con la sociedad o, al final, resulten inocentes –hay un gran retraso en la impartición de justicia–, enfrentarán no sólo el estigma de su lugar de nacimiento, sino carencias derivadas de esos primeros años. En gran medida, sus derecho a una vida plena y feliz está siendo cercenado por las circunstancias.
Estos pequeños no han conocido el mundo exterior, no han salido del confinamiento que los vio salir. Además, dependiendo de las instalaciones, muchos habrán carecido de la oportunidad de estar a solas con sus madres y siempre habrán estado rodeados de mujeres con las que no hay vínculo.
Por otra parte, es común que no cuenten con familiares que los puedan acoger cuando cumplen tres años y pasan a la custodia del Estado a través del DIF o de alguna institución. Continuar el vínculo con la madre se complica cuando entran en instituciones; en el caso de sí tengan familiares dependerá de la voluntad, disposición y circunstancias de ellos. Algunos prefieren que corten totalmente el vínculo o no sepan cómo hacerlo de manera positiva.
Estos niños no son invisibles para todos, pues hay organizaciones de la sociedad civil que trabajan para que no se queden atrás en ningún aspecto.
Funfai
En Fundación Familiar Infantil, IAP, Funfai, tiene más de tres décadas trabajando y nació justo cuando un par de mujeres se enfrentaron con la realidad de los menores que estaban con sus madres en la cárcel. Su respuesta se ha traducido en tres líneas de trabajo como son: casa hogar, capacitación de tutores que apoyen a los menores y apoyo a las madres con talleres y capacitación que faciliten su reinserción social.
En Funfai ofrecen a quienes quieren ayudar opciones variadas. Por una parte, aceptan donativos económicos, pero también se pueden hacer donaciones en especie a través de comercios en línea que cuentan con sus listas de necesidades y, por supuesto, también dan la oportunidad de participar con voluntariado.
Reinserta
Reinserta es una organización de la sociedad civil que se ha distinguido por su activa labor para lograr la reinserción social de las personas presas. Esta labor incluye atención especial a las madres con hijos e hijas con ellas. Su programa de madres con hijos e hijas en el sistema penitenciario contempla tres etapas:
-intervención: Que trabaja con las madres en los centros penitenciarios apoyando que haya áreas de maternidad y para visitas, ludoteca, talleres de habilidades parentales, etc.
-transición a la comunidad: Se centra con la apoyar los pasos para salir de los centros penitenciarios, preparando a los niños y niñas para la vida en comunidad.
-Seguimiento: Se da continuidad a la vida fuera de la prisión.
En Reinserta no sólo reciben donativos, sino que ofrecen la opción de voluntariado y servicio social como opciones de contribuir altruistamente a cambiar el presente y el futuro de los pequeños.
Fuentes:
https://reinserta.org/
https://www.funfai.org.mx/
https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/ninos-invisibles-en-carceles-mexicanas-8241259.html
https://www.sitios.scjn.gob.mx/cec/blog-cec/las-ninas-y-ninos-invisibles-en-las-carceles-de-mexico
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