La Conferencia del Episcopado Mexicano hizo un llamado a quienes son causantes de todas las atrocidades a dejar de asesinar a sus propios hermanos y de violentar la paz, así como tener temor de Dios.
Los niveles desbordados de violencia sin precedentes en el país que en los últimos tres años suman alrededor de 122 mil asesinatos, legisladores, representantes de partidos de oposición y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador cambiar la estrategia de seguridad toda vez que la actual no está funcionando.
De manera contundente y ante una evidente molestia de dichos señalamientos, el jefe del Ejecutivo respondió que “no va a cambiar la estrategia” e inclusive criticó a quienes han hecho eco de esta petición contra quienes arremetió retándolos a “que sigan con sus campañas de desprestigio, atacándonos con su prensa vendida o alquilada. Porque sólo si el pueblo en un proceso electoral decide que hay que cambiar, y llegan gobiernos como los de antes, entonces sí”.
Por la mañana el secretario de la CEM, monseñor Ramón Castro Castro, emitió un mensaje a través de YouTube en el que expresó su profunda consternación “ante tanta sangre derramada a lo largo y ancho del país” como consecuencia de los altos índices de violencia que con “sus estructuras de muerte se han desbordado e instalado en nuestras comunidades, desfigurando a la persona humana y destruyendo la cultura de la paz”.
En referencia al reciente asesinato de dos sacerdotes y un civil en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique en Chihuahua, así como también de la violencia que azora a la población del país, el prelado indicó que “los obispos de México esperan una respuesta a la altura de las circunstancias, por parte de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, ya que es responsabilidad de quienes gobiernan procurar la justicia y favorecer la paz, la concordia y la realidad social”.
En su mensaje monseñor Castro deploró que queden sin castigo los distintos actos delincuenciales que lastiman a la población. “Nuestro México está salpicando sangre de tantos muertos y desaparecidos, entre ellos 27 sacerdotes, incluidos los padres jesuitas que han sido asesinados por el crimen organizado identificándose así con las miles de víctimas de nuestro pueblo que han tenido este fin, junto con las decenas de miles de desaparecidos habríamos de sumar las miles de extorsiones y la total impunidad imperante en todo el país esta situación es insoportable y nos reclama y exige a todos dar frutos de paz”, subrayó.
Al calificar como “insoportable” la situación actual de inseguridad que ocurre en el país, el secretario general de la CEM hizo un llamado a quienes son causantes de todas las atrocidades a dejar de asesinar a sus propios hermanos y de violentar la paz, así como tener temor de Dios.
“Les conminamos a que dejen de matar a sus propios hermanos y de violentar la paz social, recuperen el temor de Dios y hagamos prevalecer su ley; en el nombre de Dios sensibilícense, les suplicamos, rogamos y exigimos en nombre de Dios basta de tanta maldad y odio, porque todos queremos la paz”, resaltó.
Asimismo, a través de un boletín, la CEM expresó la urgencia de que tanto autoridades como la ciudadanía actúen para recomponer el tejido social, para lo cual convocó a un diálogo nacional para emprender acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta.
Los obispos señalaron que “es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policíacos maltratados por el crimen. Es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas. Creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora. Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como nación.
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