El aumento en el número de afiliados al IMSS no implica necesariamente nuevos empleos formales ni la creación neta de empleo a nivel del mercado laboral total, aseguró el CEESP.
El número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ha considerado como un indicador representativo de la evolución del empleo. Sin embargo, dadas sus características, podría no ser muy acertado e incluso podría generar una percepción equivocada sobre la dinámica del mercado laboral, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“El aumento en el número de afiliados al IMSS no implica necesariamente nuevos empleos formales ni significa tampoco la ‘creación (neta) de empleo’ a nivel del mercado laboral total, dado que el total de asegurados en el IMSS incluye todas las modalidades de aseguramiento, a excepción de pensionados y jubilados”, subrayó el centro de estudios.
Recordó que “un asegurado puede registrarse en más de un tipo de afiliación, de tal manera que la cifra de asegurados contabiliza a esos casos tantas veces como tipos de afiliación mantengan. Desde luego, ello implica que el número de trabajadores afiliados puede cambiar sin que ello signifique un cambio en el empleo”.
En su análisis económico ejecutivo, señaló que “desde hace casi dos décadas el ritmo de aumento de trabajadores afiliados al IMSS ha sido mayor al crecimiento de la economía, casi el doble. Ello genera confusión entre los observadores y analistas económicos. Si realmente la afiliación fuera nuevo empleo, la implicación sería una caída sostenida y muy pronunciada de la productividad laboral en el sector formal”.
Por otra parte, el CEESP sostuvo que las variaciones del número de afiliados al IMSS no significan necesariamente cambios en el empleo a nivel nacional, aun cuando sí se traten de cambios en el empleo formal. También destacó que una parte significativa de los nuevos registros al IMSS corresponde a la formalización de trabajadores que ya estaban ocupados en un empleo.
Dicha formalización del empleo ya existente proviene principalmente de programas de formalización laboral. Tal es el caso del Programa de Formalización del Empleo entre la Secretaría del Trabajo y el IMSS, suscrito en julio del 2013, con el objetivo de “facilitar el tránsito de los empleos informales a un esquema de formalidad, creando trabajos dignos y socialmente útiles”.
A su vez, esta administración ha impulsado la afiliación a la seguridad social a diversos grupos como trabajadores del hogar, eventuales del campo e independientes, así como a los participantes del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros. Este esfuerzo también implica un proceso de formalización que se traduce en mayor número de trabajadores afiliados al IMSS, sin que hubiese una creación de nuevos puestos de trabajo en general, resaltó.
El CEESP dijo que para apreciar la dinámica y características del mercado laboral formal, el uso del universo de trabajadores afiliados al IMSS como indicador de empleo debe tomarse con cautela, toda vez que tiene deficiencias que deben tenerse en cuenta al medir la evolución tanto del empleo formal como del total.
Por ello, recomendó observar las cifras de empleo del IMSS junto con la Encuesta de Ocupación y Empleo que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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