El contrabando, la entrada de ropa de paca y el comercio ambulante con piratería generan pérdidas a la industria de la moda y provocan que muchas personas trabajen en la informalidad, con bajos salarios y sin seguridad social.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza reiteró su demanda de incremento a los salarios en la industria de la moda para fijarlo al menos, en ocho mil 100 pesos mensuales además de pedir que se cumpla con la afiliación al seguro social, además solicitó a las autoridades laborales informen las acciones concretas asumidas para la eliminación de la subcontratación abusiva en este sector.
En respuesta a lo expuesto en el reporte especial La precariedad laboral está de moda, elaborado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, y en el que se afirma, con base en datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que más de un millón de personas trabajan para la moda sin derechos laborales, representantes de las cámaras del calzado y textil reconocieron la existencia de la precariedad laboral en este sector, pero aclararon que esta se da en las empresas informales de donde proviene el 61 por ciento de la producción.
Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de la organización de la sociedad civil (OSC) Acción Ciudadana Frente a la Pobreza se congratuló que tanto Alejandro Gómez Tamez, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado de Guanajuato (CICEG) como Manuel Espinosa Maurer, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex) estén abiertos a dialogar para encontrar vías que permitan que en todas las empresas se cumpla con la ley y se imponga la moda del trabajo digno, con salario suficiente y prestaciones laborales.
Destacó que ambos empresarios han externado la situación en la que se mantienen las empresas formales del sector e informaron, con base en datos del IMSS, que mientras la industria del calzado está pagando salarios que ascienden en promedio a ocho mil 400 pesos mensuales las empresas textiles en promedio pagan sueldos de poco menos de nueve mil 800 pesos.
Asimismo, aseguraron que además de la informalidad existen otros problemas que aquejan tanto al ramo del calzado como al textil como son el contrabando, la entrada de ropa de paca y el comercio ambulante con piratería, fenómenos que dificultan que las empresas formales cumplan con las obligaciones salariales y de seguridad social.
Gómez Hermosillo reiteró que los datos del informe “La precariedad laboral está de moda” fueron obtenidos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que levanta cada trimestre el Inegi, así como de los datos de los Censos Económicos 2019, los más recientes que existen. De acuerdo a esta información hay 639 mil personas trabajando en la industria de la moda bajo condiciones de subcontratación, lo que equivale al 32 por ciento del personal ocupado en la industria de la moda, mientras que dos tercios de quienes laboran en este sector tiene salarios que no alcanzan ni para comprar dos canastas básicas.
Por otra parte, el representante de la OSC aseguró que además de los productores de calzado y textiles el mensaje también está dirigido al sector comercial que también está involucrado y que según datos del Inegi revelan que los trabajos sin derechos se concentran en supermercados y en las tiendas departamentales, “así que urge que también respondan”, externó.
Mencionó que en la rama comercial es donde “existe más tela de donde cortar”, y señaló que las remuneraciones representan el 6.4 por ciento del gasto operativo total en el comercio al menudeo, el 4.9 por ciento en tiendas departamentales, el 3.5 por ciento en el comercio al mayoreo y menos del uno por ciento, esto es, 0.8 por ciento en los supermercados.
Gómez Hermosillo anunció que se propondrá una mesa de diálogo para que los organismos empresariales y las empresas muestren las condiciones laborales bajo las cuales están funcionando, se reconozca a quienes sí cumplen con los derechos laborales y se adopten compromisos y planes para quienes quieran poner el ejemplo y encabezar la moda del trabajo digno.
“Lo importante es mejorar condiciones laborales con medidas efectivas, verificables y adecuadas a cada empresa y contexto; lo que no se vale es mantener la precariedad laboral como la moda”, afirmó.
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