Dulce Pérez indicó que no sólo los trastornos mentales han aumentado, también se han incrementado las investigaciones para saber qué ha pasado a lo largo de los dos años y dos meses desde el inicio de la pandemia.
Ante la pandemia de COVID-19 que ha vivido el mundo desde finales de 2019, Dulce María Pérez Torres, de la Facultad de Psicología de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), destacó que en el mundo el 25 por ciento de la población vive con trastornos mentales que distorsionan la realidad.
Pérez Torres indicó que la salud mental “es un estado de equilibrio entre lo físico, emocional y mental, se deben encontrar estas tres áreas para estar en equilibrio” y compartió que una se une con la parte espiritual, otra con la parte social y otra con la laboral. Los trastornos mentales más comunes son la ansiedad, depresión y el estrés.
“De acuerdo a estudios realizados en México, se han detectado síntomas de estrés postraumático, clínicamente significativo en casi un tercio de la población”, comentó Dulce Pérez y recalcó que en Estados Unidos la tasa de ansiedad está en 37 por ciento y depresión en 30 por ciento, cuando antes estaban en ocho y seis por ciento, respectivamente.
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“La humanidad ha vivido en crisis por el miedo o temor a enfermar o tener el trauma de perder a los seres queridos por esta enfermedad”, comentó la especialista y detalló que otros factores como la pobreza, el desempleo, la inseguridad alimentaria y la crisis económica se suman a la crisis mental que vive la población mundial.
Además, la especialista compartió que las personas deprimidas no quieren comer, no quieren asearse o bañarse, tienen ideas suicidas, catastróficas o pesimistas y como consecuencia se ha disparado la violencia y la poca contención emocional contra mujeres, contra niños y ancianos, poca tolerancia al ruido, entre otras.
Ante el panorama, muchas familias que ya tenían condiciones vulnerables, agudizaron su situación, por lo que en muchas familias aumentó la ansiedad, pues los padres de familia buscan hacer casi cualquier cosa por conseguir dinero y el pensar en cuestiones que impliquen dinero los hace aumentar su ansiedad.
Finalmente, Dulce Pérez explicó que se deben “establecer estrategias para que las personas puedan asimilar, tener presentes y hacer conciencia de su situación para poder cambiar sus estilos de vida y luchar por un mejor bienestar”.
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