Ante el poco interés que las autoridades han mostrado con la población infantil, la Coparmex se pronunció por recuperar políticas públicas exitosas como los programas de guarderías y las escuelas de tiempo completo, entre otros.
La salud y la educación de la niñez mexicana ha quedado al margen de las decisiones del gobierno, como lo demuestra la tardía decisión de las autoridades para vacunarlos contra el COVID-19 que no contempla a los menores de 12 años, la falta de medicamentos y tratamientos para los niños que padecen cáncer y la desaparición de las escuelas de tiempo completo, entre otros aspectos que afectan directamente a este sector de la población, indicó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“México una vez más ha llegado tarde y de forma incompleta a la cita, fue apenas el jueves 28 de abril cuando se abrió el registro para vacunar a mayores de 12 años, esto es meses después de la grave ola provocada por la variante Ómicron. ¿Por qué se ignora a los niños?“, cuestionó el organismo empresarial.
Recordó que en México únicamente se ha aplicado la vacuna Pfizer-BioNTech en adolescentes de 15 a 17 años, y en menores de 12 a 15 años con factores de riesgo. El resto de la población infantil ha tenido que viajar a otro país o recurrir a los amparos para que se le garantice el derecho a la protección de la salud a pesar de que la vacuna ya se encuentra autorizada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) tanto para la población infantil como para los adolescentes.
Con lo que respecta a la falta de medicinas, considerando únicamente al cáncer, mencionó los datos dados a conocer por el colectivo Movimiento Nacional por la Salud Papás de Niños con Cáncer, la cual asegura que actualmente 20 hospitales a nivel federal y 15 centros de salud estatales registran entre 70 y 90 por ciento de desabasto de medicamentos de quimioterapia, lo que ha perjudicado a los más de 19 mil pacientes infantiles que se atienden en hospitales públicos.
El organismo empresarial indicó que el desabasto se da en un contexto de nuevas reglas de compras y distribución de medicamentos, a la par de la transformación del Seguro Popular en el INSABI, el cual ahora migrará al IMSS-Bienestar, cambio sobre la cual no hay claridad.
Frente a este panorama, la Coparmex se pronunció porque los niños estén al centro de la toma de decisiones tanto del gobierno federal como los de las entidades federativas a fin de que tengan garantizadas sus vacunas no solo contra el COVID-19, sino también contra tétanos, sarampión-rubéola y hepatitis B, o BCG (contra la tuberculosis) que se aplica a los recién nacidos y de las que hay carencia en el país.
Recalcó que las autoridades no deben escatimar recursos para salvar vidas, ya que tienen la obligación de observar el principio constitucional del interés superior de la niñez y los derechos reconocidos para las niñas, niños y adolescentes mexicanos, además de que los menores tienen derecho a la protección de su salud y no se les puede privar de los medicamentos que requieren. “Ellos no pueden esperar”.
La Coparmex dijo que es necesario recuperar experiencias positivas del pasado como era la planeación en las licitaciones y adquisiciones realizadas por las instituciones de salud, centralizar esas compras ha resultado catastrófico. “Se debe trabajar para eliminar cualquier rasgo de corrupción que pudiera existir, pero esa no es justificación para desmantelar al sistema de salud en perjuicio de la población”, recalcó.
Asimismo, indicó que es hora de recuperar políticas públicas exitosas a favor de los niños y sus familias como era el desaparecido programa de guarderías, el programa de Salud Siglo XXI, el programa de escuelas de tiempo completo, la alfabetización digital y la no ideologización de la educación.
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