Los resultados de la inflación en marzo no son compatibles con la ruta proyectada por el Banco de México, por lo que para alcanzarla se requeriría un cambio notorio en las condiciones, destaca Grupo Financiero Monex.
La inflación correspondiente a marzo se ubicó en 0.99 por ciento, la más elevada para un mismo mes comparable en los últimos 22 años. Con este resultado, la inflación general anual se colocó en 7.45 por ciento, cifra que resulta superior a los máximos registrados en noviembre y diciembre del año pasado, de acuerdo a información del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Cabe recordar que en marzo del año pasado la inflación mensual fue de 0.83 por ciento y la anual de 4.67 por ciento, lo que ha sido rebasado, por mucho, este 2022.
De acuerdo a un análisis de Grupo Financiero Monex, en febrero ninguna institución esperaba una inflación tan alta. En las últimas encuestas de expectativas, la mediana de los estimados para la inflación fue de 0.89 por ciento, dato que refleja una mayor disrupción en el panorama macroeconómico, derivado de la reciente invasión rusa a Ucrania.
Los datos del Inegi destacan que el crecimiento de la inflación mensual se derivó del alza en el precio de gas doméstico LP, gasolina de bajo octanaje, transporte aéreo, huevo y tortilla de maíz.
El índice de precios subyacente registró un incremento de 0.72 por ciento mensual y de 6.78 por ciento anual. En el mismo periodo, el índice de precios no subyacente aumentó 1.79 por ciento a tasa mensual y 9.45 por ciento a tasa anual.
Al interior del índice subyacente, a tasa mensual, los precios de las mercancías subieron 0.93 por ciento y los de los servicios 0.47 por ciento. Dentro del índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios crecieron 1.23 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 2.24 por ciento a tasa mensual.
En su análisis, Grupo Financiero Monex destaca que al interior del índice subyacente las presiones se han exacerbado en la categoría de mercancías que lleva cuatro meses arriba de 0.90 por ciento, valor que resulta superior respecto al promedio en 2021, 2020 y 2019 de 0.60 por ciento, 0.45 por ciento y 0.29 por ciento, respectivamente.
Resaltó que los incrementos tuvieron una fuerte incidencia y reflejan la acumulación de choques por el alza en los commodities (como las tortillas) y las disrupciones que han tenido las cadenas globales de valor (como los automóviles).
Monex señala que la inflación seguirá siendo un tema central en la coyuntura económica, especialmente por las afectaciones a los precios de los commodities derivado del reciente conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania y advierte que la situación es complicada puesto que este shock se presenta en un entorno de vulnerabilidad de las expectativas, que tuvieron deterioros marcados en los meses de pandemia.
Asimismo, destaca que es preocupante el comportamiento de la inflación subyacente, toda vez que este componente seguía acelerando su crecimiento previo a la aparición del reciente shock y su nivel actual de 6.78 por ciento anual, que además de ser el más elevado desde julio de 2001, podría impulsar la idea de que la inflación se estacionará en niveles superiores al objetivo.
El grupo financiero indica que los resultados de la inflación en marzo no son compatibles con la ruta proyectada por el Banco de México, por lo que para alcanzarla se requeriría un cambio notorio en las condiciones.
Además, destaca que la anualización de la tasa quincenal del componente subyacente se mantiene en niveles superiores al ocho por ciento anual desde inicios de 2022 y el riesgo de tener nuevamente una inflación general de más de siete por ciento anual al cierre de año se encuentra latente.
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