El presidente de GMSI dijo que cada vez que termina un gobierno, su sucesor desecha todo y es volver a empezar.
Aunque la Guardia Nacional ha hecho un gran trabajo, lo cierto es que resulta insuficiente, al menos en número, para poder hacer frente a la inseguridad del país; hace falta una institución transexenal alejada de cualquier interés político a fin de generar un cambio en la materia, indicó Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistema de Seguridad Industrial (GMSI).
“Sería deseable que el próximo gobierno haga una institución nacional, federal que opere a nivel estatal, municipal y federal y que esté alejada de intereses políticos y que sea una institución de forma y fondo y que ser policía sea garantía de sueldo, prestaciones y respeto”, expresó durante su participación en el marco de un evento de Responsabilidad Social de la empresa.
El especialista en seguridad consideró que las estrategias contra la inseguridad en México se enfrentan a la falta de continuidad de acciones operativas y a una burocracia que inhibe a la cultura de la denuncia,
“Cada vez que termina un gobierno, su sucesor desecha todo y es volver a empezar de cero; con lo cual se pierde todo lo logrado, además de que no hay continuidad a lo que sí estaba funcionando. También se pierden y se desperdician estadísticas que podría servir de indicadores para reforzar la prevención del delito y delinear estrategias para contener la delincuencia e inseguridad”, remarcó.
El presidente de GMSI detalló que la Guardia Nacional opera con alrededor de 100 mil elementos, sin embargo, ello no es suficiente para hacer frente a 400 mil malos policías que están mal entrenados, pagados o incluso sobajados por el narcotráfico.
Alejandro Desfassiaux recordó que con la pandemia se incrementó mucho la violencia contra mujeres y el feminicidio, así como el “derecho de piso”, situación que ha sido algo incontrolable en los últimos tiempos y que para este 2022 se repite, sobre todo en estados del sureste del país.
“El problema es que la lentitud de la policía más la lentitud de los fiscales, más la lentitud de la expedición de la justicia genera que la persona evite levantar un acta porque le hacen perder seis horas, con el ánimo de ver sí se desanima y no levanta el acta, y la justicia no llega y al no llegar se siguen incrementando los delitos, porque la impunidad es lo que más pesa”, aseveró Desfassiaux.
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