La organización dijo que los niveles de violencia que viven niñas, niños y adolescentes en casa, se ven afectados por el estrés, desempleo, el distanciamiento social y la inseguridad económica.
En México las medidas para la contención de la cuarta ola del virus del COVID-19 giran en torno al distanciamiento social, el cual se ha traducido en que 39 millones 705 mil 613 personas de entre cero y 17 años de edad fueron confinadas en un espacio doméstico.
En relación con las actividades escolares, para abril de 2021, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que en México 25.4 millones de alumnas y alumnos de educación básica y 5.2 millones de estudiantes de educación media superior seguían sin asistir a los centros educativos, lo cual no solo impactó en el aprendizaje, sino en diversos aspectos relacionados con su salud mental y los riesgos asociados al incremento del uso de internet y entornos digitales como el ciberacoso.
En este sentido, Unicef señala que uno de cada tres hogares con niñas y niños experimentó inseguridad alimentaria moderada o severa. Además, se sabe que seis de casa 10 personas de uno y 14 años de edad han experimentado alguna medida de disciplina violenta en sus hogares, situación agravada por el confinamiento.
La organización ha documentado que México registra 115 mil 614 llamadas de emergencia al 911 por casos de abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar.
Por su parte la Secretaría de Gobernación ha reportado que en 2020 el 75.78 por ciento de las lesiones por violencia ocurrieron en el hogar, de las cuales el 81.6 por ciento de las víctimas fueron niñas y adolescentes mujeres, resultando 373 mil 661 nacimientos de madres adolescentes.
También se reportó que durante el periodo de 2018 a 2021, se registraron cuatro mil 401 homicidios de niñas, niños y adolescentes; y mil 150 suicidios siendo una cifra récord para este grupo social. En tanto que la tasa aumentó un 12 por ciento entre 2019 a 2020; los suicidios de niñas y niños entre 10 a 14 años aumentaron 37 por ciento; y 12 por ciento en adolescentes mujeres entre 15 y 19 años.
Hacen un llamado a autoridades federales y locales
Ante este contexto, la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH) hizo un llamado a las autoridades federales y locales para reconocer que las violencias ejercidas en contra de las infancias y adolescencias son una prioridad en este contexto de emergencia sanitaria y las cuales deben atenderse a través de una política integral basada en un enfoque de género y de derechos humanos, la cual deberá de incluir:
Brindar acompañamiento psicosocial y psicoemocional al entorno familiar para el desarrollo de habilidades orientadas al cuidado de la salud mental y desarrollo emocional de niñas, niños y adolescentes.
Implementar medidas de prevención de conductas de riesgo en niñas, niños y adolescentes; garantizar el acceso a los servicios de atención en función de su nivel de desarrollo y de identificación y tratamiento de estas de depresión y ansiedad, y habilitar espacios de apoyo, asesoría y de denuncias que sean accesibles y asequibles para las infancias y adolescencias que han sido víctimas de violencia y/o requieran de apoyo para prevenir situaciones de riesgo asociadas a las violencias, entre otros.
En ese contexto, la FMOPDH dijo que los niveles de violencia en casa y que viven niñas, niños y adolescentes (NNyA) se ven afectados por el estrés, desempleo, el distanciamiento social y la inseguridad económica, las cuales han sido detonantes para el incremento de las violencias ejercidas en este grupo social, en particular en lo que hace a las niñas y mujeres.
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